Aunque no generaba expectativas en el público general, la suspensión del lanzamiento del Artemis reaviva duda sobre los programas espaciales.
Con información del Financial Time
Se esperaba una fiesta de medios sociales, cadenas de televisión y hasta versiones de televisión streaming con especialistas para ver el lanzamiento del Artemis, promovidos estos últimos desde las empresas de tecnología que contribuyeron al proyecto.
Una aparente falla de ingeniería en el motor del vehículo espacial canceló, por ahora, toda la fiesta y reavivó las dudas sobre los programas espaciales de la NASA.
Peor aún: informaciones reflejadas en el Financial Time y otros medios económicos globales parecieran retomar las dudas de quién debe realizar las gigantescas inversiones que suponen estos proyectos.
La prensa internacional ha destacado que, después de 50 años de que volviera a lograrse un vehículo con capacidad de llegar a la Luna y 12 años de “de desarrollo y sobrecostos significativos”, la suspensión de este lunes 29 resulta totalmente anti-climax.
Mucho más cuando la explicación de la NASA – hasta ahora – es que todavía se encuentran evaluando el problema.
Esta es una respuesta incorrecta para tamaña inversión en tiempos de pandemia, guerra y recesión.
¿Espacio de nadie?
Lo cierto es que, mientras parecen más exitosas las iniciativas privadas de llevar turistas al espacio y Elon Musk no renuncia a las tecnologías asociadas, hay otros aspectos a considerar considerar sobre quién es el quién, en la tierra como en los cielos.
Recordemos que en torno a las tecnologías espaciales hay importantes aportes a las telecomunicaciones o nuevos materiales, por no hablar de otras innovaciones en energía y robótica, por ejemplo.
¿Puede, entonces, la NASA y el gobierno estadounidense “ceder” su participación en el espacio y en el desarrollo de nuevas tecnologías?
Financial Time no lo dice pero parece creer que las motivaciones geopoliticas preservan la existencia de la NASA y recuerda que:
- Estados Unidos compite con China para volver a poner a los astronautas en la superficie lunar
- China ha llevado tres naves robóticas a la Luna
- Ha dicho que planea construir una base lunar con Rusia
- Y ha invitado a otros países a unirse al proyecto
Así que, cuando se anunció la suspensión de despegue del Artemis es seguro que alguien tanto en Beijing como en el Kremlin, sonrió.
Probablemente, más de uno.