Durante la pandemia, las tecnológicas batieron récords en sus resultados trimestrales. Pero las vacunas avanzan y todo cambia.
Nadie esperaba al SAR-CoV2 y las medidas que se tomaron para detener el avance de la pandemia fueron únicas en la historia de la Humanidad.
De hecho, aún se estudian los efectos a largo plazo del confinamiento extremo o los cambios en la educación para los niños. Per el mundo cambió para siempre.
Y, pese a las enormes deudas de la mayoría de los sectores, las empresas tecnológicas vivieron (con excepción del segmento de dispositivos por el desabestecimieto de microchips) un momento inusitado de esplendor.
¿Eso también terminó? La inflación, la subida de los tipos de interés, las tensiones geopolíticas y la amenaza que suponen para el crecimiento mundial los confinamientos relacionados con el coronavirus en China están pesando en la confianza del mercado.
Ahora que comienza la temporada de resultados trimestrales y que los valores de crecimiento suelen mostrar un rendimiento inferior en épocas de subidas de tipos, los inversores buscan señales de que las empresas tecnológicas han conservado una capacidad para fijar precios con la que hacer frente a la creciente inflación mundial.
Carmignac es una sociedad independiente de gestión de activos fundada en 1989. Con un capital íntegramente propiedad de la familia y los empleados, Carmignac es hoy uno de los principales gestores de activos europeos y opera desde siete oficinas diferentes.
Desde esa posición, estas son las perspectivas más recientes de Carmignac que en la temporada de resultados trimestrales y las tendencias actuales del sector tecnológico, según Nicholas Hancock, analista de tecnología, medios y telecomunicaciones (TMT).
Una temporada de resultados trimestrales volátiles…
«Los inversores se preguntan si las empresas tecnológicas han conservado una capacidad de fijación de precios adecuada para abordar la creciente inflación mundial. Con la preocupación por la inflación como telón de fondo, los buenos resultados reciben una tibia acogida por parte del mercado, mientras que los malos resultados son castigados”, señala Hancock.
Para él analista, las empresas de crecimiento del sector tecnológico tienen muchas expectativas de beneficios integradas en el precio de sus acciones por lo que, incluso, cuando los resultados son positivos, se teme una reacción no tan positiva del mercado si se observan señales de desaceleración del crecimiento.
«Sin embargo, cada subsector tecnológico tiene sus propios problemas. En el caso de las empresas de Internet de consumo, el debate fundamental gira en torno a la solidez del entorno macroeconómico y la sostenibilidad del crecimiento de algunas compañías favorecidas por la covid”, destacó.
En ese tenido, señala que los inversores se centran en la tendencia del consumo tras el covid y tratan de discernir el perfil de crecimiento adecuado después de la pandemia de todas las empresas que experimentaron un crecimiento excepcional durante el pasado período.
Con los semiconductores siempre en el centro
En el sector de los semiconductores, la situación es delicada debido a:
(i) las actuales restricciones por el lado de la oferta
(ii) el temor a una próxima corrección cíclica que podría perjudicar a la demanda
Esto conduce a una situación en la que se pasan por alto los resultados fundamentales de las empresas de semiconductores, mientras los inversores anticipan una corrección inminente y buscan señales para tratar de predecirla.
«Por último, la industria del software parece resistente en el complicado entorno actual», destacó Hancock.