A propósito de la celebración del Día del Trabajador, hay que subrayar los avances de las mujeres y sus aportes a la productividad.
El primero de Mayo es la fiesta occidental del Dia del Trabajador que, este año, retoma sus tradición después de dos años de pandemia que modificaron sustancialmemte el mundo del trabajo.
Algunos cambios no tienen retorno y en otros la transformación digital avanza a pasos acelerados. Hoy, el Día del Trabajador incluye los derechos aún por delinear que quienes se mantienen u obtienen dinero adicional gracias a plataformas tecnológicas.
Todos estos cambios ocurren antes de que hallamos resuelto satisfactoriamente males tradicionales como el de la diversidad.
En México, por ejemplo, 56,6 millones de personas conformaron la fuerza laboral al cierre de 2021.
De ellas, el 39.4% son mujeres, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Esto significa que las mujeres han elevado su participación en los diversos sectores productivos de la economía:
Creció 7,6 % de 2020 a 2021
Diversidad, tarea pendiente
Visto así, los retos que propone un nuevo Día del Trabajador – el primero de la post pandemia – son enormes.
En un análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) se estima que, para 2030, el PIB podría ser 15% mayor si el gobierno y el sector privado implementan acciones para sumar a 8,2 millones de mujeres a la economía.
Esto significa un crecimiento para el país pero, sobre todo, se traduce en beneficios para las familias y la sociedad, en general.
En Kellogg acortar esta brecha es relevante y, por ello, entre los compromisos de la compañía está:
- Desarrollar
- Fortalecer
- E impulsar a las mujeres que forman parte de la gran familia Kellogg
De esta manera, ellas pueden encontrar en la empresa para que encuentren aquí un espacio en el que puedan borrar los sesgos de género y, con ello, romper los techos de cristal para alcanzar puestos de liderazgo encontrando un balance entre vida personal y profesional.
Para Kellogg abordar el tema de la equidad género dentro de la organización es una prioridad que va más allá de cumplir cuotas: lo que busca la compañía es promover la igualdad entre mujeres y hombres, con estrategias que igualen las oportunidades para su desarrollo profesional y de carrera dentro de la misma.