Reacios a los cambios, los minoristas de América Latina han tenido que innovar en sus puntos de pagos y opciones para no perder clientes.
Para quienes creyeron que los minoristas más pequeños de la región estaban destinados a desaparecer cuando la cultura digital de los consumidores se hiciera más demandante, el mundo post Covid les ha respondido.
Aunque son muchos los que han sucumbido, lo cierto es que las características de la realidad impuestas por la pandemia favorecen a los comercios cercanos y, por tanto, la proximidad y geolocalización se han convertido un un factor que equilibra desempeños.
Y forzó la adopción de nuevas tecnologías y la programación de apps, con la mira en la innovación en las condiciones para la adquisición.
Fabricantes, bancos, gobiernos y comerciantes redujeron sus expectativas frente a la necesidad colectiva de que las cosas cambiaran… para quedar igual.
Todo ello ha permitido que las preferencias de los consumidores se hayan hecho cada vez más sofisticadas: ahora que saben que los comercios necesitan complacerlos, se mueven hasta aquellos que – sin estar muy lejos – les garantizan sus opciones referidas de pago.
El efectivo, entonces, no desaparece. Pero su peso en las economías de la región está evolucionando a una velocidad que nadie pudo anticipar.
Sin filas ni gente es mejor
La necesidad de evitar aglomeraciones siempre favoreció el efectivo, hoy visto como insalubre por los más paranoicos.
Pero las largas filas tampoco son una opción de bioseguridad aceptable así que la situación sanitaria, de alguna manera, ha determinada las tecnologías preferidos.
En principio, le dieron ventaja a los puntos de pago y empujaron tanto la bancarización como los wallet y otras aplicaciones para tal efecto.
Pero eso fue solo el principio. Un reciente estudio de ResearchandMarkets.com indica que:
- 71% de los consumidores está interesado en aplicaciones de autoescaneo (scan-and-go)
- 61%, en comercios sin personal.
- 10,2% es el índice de crecimiento anual compuesto que se prevé para el mercado de puntos de pago automático entre 2020 y 2025
No obstante, las posibilidades de pérdidas por pagos automáticos no son descartables y, en general, no parecieran adecuarse a la cultura general de la región.
Así que las opciones intermedias tendientes a ello irán avanzando, así como los sistemas de soporte y suministro de energía: en un mundo donde el efectivo ya no es dominante, los sistemas de pagos no pueden fallar.
Respaldo permanente
En este sentido, el Director de Desarrollo Empresarial para Comercio Minorista y Finanzas de Vertiv, John Dynan, la pieza más crítica de la infraestructura de TI son las unidades de suministro ininterrumpido de energía (UPS).
Contar con los sistemas UPS adecuados en toda la red minorista logra más que solo garantizar la mayor disponibilidad posible de los sistemas de TI.
“Los UPS ofrecen una continuidad del suministro para garantizar que la conectividad de la red y las aplicaciones críticas como los sistemas de seguridad y puntos de pago automático se encuentren disponibles cuando se necesiten. Esto se logra al ofrecer una fuente de energía de respaldo que permita que los sistemas de TI puedan continuar en funcionamiento cuando ocurra una interrupción en la red eléctrica”, explicó el especialista.
El ejecutivo destacó que, por medio de estos dispositivos, se puede acondicionar la red eléctrica para eliminar los picos y las caídas de tensión que dañan y/o interrumpen la operación del equipo de TI.
“Un UPS puede contribuir a recuperar los carritos de compra que quedarían abandonados en caso de un corte eléctrico”, aseguró Dynan.