Tecnologías de automatización, diferentes modelos de pago y el uso de protección probada permitirían a las pequeñas empresas hacer más con menos, según Kaspersky.
Durante la pandemia, las pequeñas empresas han tenido que equilibrar, más que nunca, sus gastos para sobrevivir, algo que continuará después de que termine el confinamiento.
Según un nuevo informe de Kaspersky, “Cómo las pequeñas empresas superaron 2020-2021: recortes presupuestarios, presentación de productos y nuevas prioridades de inversión”, (47%) de las pequeñas y medianas empresas latinoamericanas dijo que las dificultades financieras de los últimos 12 meses probablemente se volverán permanentes. Ante este escenario, los dueños de las compañías e emprendedores enfrentan el reto de decidir en qué invertir el dinero durante un periodo de aceleración a la transformación digital.
Desafortunadamente, investigaciones anteriores han demostrado que las dificultades financieras no suelen favorecer la inversión en ciberseguridad de las pequeñas y medianas empresas.
Obstáculos financieros de las pymes
El nuevo informe de Kaspersky muestra que casi la mitad (45%) de las pequeñas y medianas empresas latinoamericanas tiene dificultades para realizar inversiones que les permitan mejorar la seguridad cibernética, incluso a sabiendas de la importancia de protegerse contra las amenazas.
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Para los expertos en seguridad corporativa, los empresarios deben pensar de manera innovadora para encontrar alternativas viables para mantener su negocio sin exponerlo a riesgos innecesarios.
“Las restricciones económicas, consecuencia de la pandemia, han orillado a muchas empresas a buscar alternativas más baratas o incluso gratuitas para ciertos servicios y uno de ellos es la ciberseguridad; sin embargo, los directivos de las PyMEs, con tantos asuntos por atender, no consideran que eso puede traer consecuencias para su negocio”, comenta Claudio Martinelli, director General para América Latina y el Caribe en Kaspersky.
“Y es que, en el intento de ahorrar en esta materia, las empresas pueden enfrentar pérdidas económicas y de reputación que pueden alcanzar los US $ 155,000”, explica Martinelli.
Los riesgos de la ruta fácil
Reducir la inversión en ciberseguridad puede solucionar el problema económico a corto plazo, pero a la larga, esto puede impactar negativamente en el crecimiento de la compañía. “Es fundamental que los emprendedores evalúen la opción de hacer más con la misma inversión, especialmente ahora que el comercio electrónico es vital para una empresa. Una manera de hacerlo es automatizando ciertos procesos ya que esto permitirá que el personal enfoque sus esfuerzos en aquellos proyectos que promuevan el crecimiento del negocio”, agrega Martinelli.
En época de restricciones económicas, algunas empresas también caen en la tentación y apuestan por utilizar software pirata. Recientemente, Kaspersky informó que, en América Latina, el uso de programas no oficiales es uno de los principales vectores de ataque para las empresas. “Es indispensable que el uso de este tipo de programas se erradique en todas las compañías, pues las deja más expuestas a ataques como el ransomware”, concluye Martinelli.
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Para temas de ciberseguridad, los expertos recomiendan que los pequeños negocios busquen opciones entre tecnologías creadas específicamente para PyMEs, ya que estas ofrecen funcionalidades para este tipo de empresas con una interesante relación costo-beneficio. Otra buena práctica es probar los programas antes de comprarlos para asegurarse de que hagan el trabajo requerido y cumplan con los requisitos comerciales.
Kaspersky ofrece una solución diseñada para pequeñas y medianas empresas que ofrece gestión en la nube, Kaspersky Endpoint Security Cloud Plus, que también está disponible en modelo de suscripción.