Establecer confianza en la nube se trata de incorporar elasticidad en la plataforma del software en vez de los centros de datos físicos, según Microsoft.
El gerente internacional del área de centros de datos del gigante del software, John Dwyer, le dijo a Computerworld Australia que los servicios en la nube tenían que ser considerados como una utilidad, en lugar de un producto.
“Hoy cuando conecto mi portátil a la pared, en realidad no pienso conscientemente acerca de dónde viene la energía o cómo está siendo generada” señaló. “Sólo asumo que va a estar allí”.
“Se reduce a esa expectación que dice que ‘está arriba, está en marcha, está siempre disponible’. Lo que tenemos que hacer es estar seguros de que nuestra arquitectura es lo suficientemente flexible para tratar de esos panoramas diferentes”.
Pero como llegar a ese nivel de confianza va a llevar su tiempo, Dwyer instó a la industria así como también a Microsoft a fomentar responsablemente esa confianza a través de enfocar la atención en la fuerza del servicio de la nube, en vez de los servidores que le dan poder a la nube.
“Usted en realidad quiere llegar al punto en que puedo apagar ese servidor, y como cliente o empresa no se ve afectado”, agregó.
Microsoft corre una creciente gama de servicios en la nube, desde su plataforma de implementación de almacenamiento y aplicaciones Azure para Sharepoint y servicios Skydrive que se despacha a las empresas y consumidores respectivamente. Estos son hospedados en cuatro centros de datos que Microsoft tiene específicamente diseñados y construidos , así como también otros que arrienda alrededor del mundo.
Dwyer es responsable por las operaciones de centros de datos de Microsoft fuera de Estados Unidos. Esto sólo incluye uno de propios centros de datos de Microsoft – el centro de Dublín, abierto último año- pero también cubre Ámsterdam, Hong Kong, Japón, Singapur y otros centros que Microsoft no revela públicamente.
Sin embargo, Australia sigue siendo un tema espinoso para la corporación en este frente. Dwyer se rehusó a decir si Microsoft posee o maneja un centro de datos en Australia, sin embargo el director local del grupo de servidores de la compañía, Phil Goldie, le dijo a Computerworld Australia que podría verse una vez que la demanda crezca.
Dwyer dijo que Microsoft consideró cerca de 35 diferentes factores al elegir la construcción de un nuevo centro de datos, incluyendo costos, la estabilidad y el riesgo fiscal. La proximidad de los mercados internacionales más grandes es también es un factor, aunque Dwyer no dijo si Microsoft considera a Australia como un mercado significativo.
“Usted típicamente no considera cualquier mercado por sí solo, lo que considera son los patrones dentro de una geografía”, añadió.
El centro más cercano de datos de Microsoft a Australia, en Singapur, entrega un ancho de banda más rápido para el almacenamiento y computación del que se puede lograr en Estados Unidos y Europa, pero en un punto inflado de precio.
Dwyer dijo el costo de manejar centros alquilados de datos fue sustancialmente mayor que los centros que posee por completo, pero que esto no debería afectar los precios de transferencia de datos a usuarios finales.
Mientras la diferencia en el precio de Azure hace el factor geológico más visible para los usuarios finales, otros servicios de la nube de n Microsoft como Sharepoint están más cerca de la visión de Dwyer.
La elasticidad de la plataforma del software de servicios de Microsoft aumentará significativamente, afirmó Dwyer, ya que la compañía se mueva a su Generación 4 en el diseño modular de centro de datos. La empresa está corriendo pruebas de concepto en su nuevo diseño, el cual vería el centro de datos levantado de componentes prearmados en un ambiente modular que puede ser escalado de arriba abajo conforme se necesite para evitar que corran grupos redundantes.
Microsoft espera hacer ahorros con su nuevo diseño por más de $US500 millones que invierte en sus diseños existentes de centro de datos, llamados “Quincy”, sin embargo, Dwyer no dijo cuánto. Esta reducción en el costo, en teoría, debería llevar a bajar el costo de la entrega de servicios para usuarios finales.
-Por James Hutchinson
Computerworld Australia
SYDNEY