El ente regulador español CNMC, hizo el anunció ayer mientras Telefónica asegura que detendrá instalación de la red.
La empresa ha rechazado los criterios de la nueva regulación de la competencia y el anuncio de su organismo regulador, la CNMC , de que, como dominante en el mercado, debe ceder parte de su negocio. Telefónica también amenaza de nuevo con suspender el despliegue de instalación de la red del servicio.
Es la segunda vez que la empresa realiza una amenaza de ese tipo: la primera fue hace un año cuando se dio a conocer el borrador de la regulación y los posibles criterios en la apertura del mercado de fibra óptica en España.
No obstante, en los últimos doce meses, la operadora ha acelerado el despliegue y ya ha alcanzado cerca de 14 millones de hogares (en las zonas más fáciles y rentables) con su red de velocidad ultra rápida de acceso a Internet.
Esto le ha permitido a Telefónica comenzar a crecer en ingresos en España y rentabilizar las fuertes inversiones realizadas en la red.
¿Y, entonces?
La CNMC mantiene los criterios fijados a finales del año pasado, que establecían que en aquellos municipios en los que haya menos de tres operadores con red propia, el operador con poder significativo de mercado (normalmente Telefónica) deberá ofrecer acceso virtual a la competencia.
“Los precios de este servicio mayorista deberán permitir a los operadores alternativos replicar las ofertas que el operador con poder significativo de mercado ofrezca a sus clientes sobre la red de fibra”, dijo el ente regulador en un comunicado de prensa.
Este principio, en teoría, debería propiciar en algunas zonas el surgimiento de operadoras virtuales que pagan a la empresa dominante por usar su red para ofrecer el servicios.
Zonas difíciles
Pese a esto, en los últimos meses los distintos operadores han realizado fuertes inversiones y han desplegado la red para millones de hogares, por lo que la nueva regulación sitúa 34 municipios como zonas con competencia suficiente frente a los 9 municipios que se había previsto inicialmente.
La red actual llega ya de facto a aquellos lugares donde es rentable tender fibra óptica, puesto que los habitantes de las grandes ciudades tienden a un mayor consumo digital y del uso de redes de banda ancha.
Con ello, entre un 26 y un 40% de la población podría estar sometida un procedimiento de intervención regulatoria, según los criterios definitivos que se establezcan cuando se pronuncie los ministros de Industria, Economía y Bruselas, según han señalado algunos analistas.
Los grandes operadores integrados a nivel europeo llevan meses clamando por una regulación comunitaria más acorde con sus intereses que les permita competir con los grupos estadounidenses, más consolidados y que se reparten un territorio mayor entre menos actores.
Con información de Reuters
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