Es fundamental que el CIO realice las preguntas correctas para tener el gerente de proyectos que su departamento de TI necesita.
IDG News Service
Cuando le pregunto a los CIOs u otros altos directivos que nombren dos grandes directores de proyectos, la mayoría lucha por hacerlo. Eso es preocupante si se considera que, de acuerdo con Gartner casi $4 billones se gasta en proyectos en todo el mundo. Por supuesto convertirse en un gran jefe de proyecto no sucede durante la noche: nadie despierta, se mira al espejo, dice “grande”… y listo.
Tampoco es algo que se pueda enseñar a partir de un libro de texto. Al igual que con otros aspectos del liderazgo, el desarrollo de un gran director de proyecto comienza con el proceso de contratación. Olvíde los métodos y pruebas psicométricas tradicionales. En lugar de eso, pregúnteles a los candidatos cómo se recuperan de un fracaso y; cómo se las arreglan con los promotores de proyectos; o qué ideas originales tienen para crear grandes equipos. Estrellas futuras entenderán estas preguntas y tienen sus respuestas preparadas.
Un buen gerente de proyecto debe tener fracasos y éxitos experimentados para aprender lo que se necesita para construir grandes culturas que entregan consistentemente bien. Se beneficiarán de un fuerte mentor que entiende las tensiones, presiones y desafíos del cargo y puede apoyarlos cada vez mejor en lo que hacen. Aquí están los cinco signos de que están en el camino hacia la grandeza.
1. Es muy querido
¿Recuerda el viejo dicho “ser respetado es importante caer bien no’? Malo. Tal vez era cierto hace 10 años, pero ya no. Con el fin de conseguir que alguien haga algo para usted, tiene que ser una buena persona. También tiene que hablar con la gente de la manera que les gusta, tener claro lo que se debe lograr, estar interesado acerca de sus vidas fuera del trabajo y mostrar un poco de vulnerabilidad de vez en cuando, para demostrar que es humano. Un buen gerente de proyecto hará esto.
Ellos siempre van a empezar el día con un “buenos días”, terminar la velada con un “buenas noches” y todas las preguntas o la interacción será recibido con una sonrisa y un carácter tranquilo.
El área del proyecto se llena de buen humor, galletas de chocolate (o fruta) y la mesa nunca se aporrea. ¿Recuerda aquellos proyectos que disfrutó? Es porque ellos fueron dirigidos por gente agradable que ya ha hizo ese trabajo y que te hace sentir bien contigo mismo.
2. Toman toda la culpa y ninguno de los créditos
En un mundo ideal, la culpa no existiría en nuestras culturas de trabajo. Sin embargo, a pesar de mi cruzada para asegurar que los proyectos desarrollan la cultura correcta de entrega, todavía veo el dedos señalando en todas direcciones. Los grandes directores de proyectos son como sombrillas: cuando la crítica llueve se aseguran de que el equipo está protegido de ella. A continuación, asegúrese de que el mensaje transmitido se presenta como una oportunidad para determinar un problema y mejorarlo.
Del mismo modo, cuando el sol está fuera y la alabanza está radiante, se aseguran de que las personas que hacen el verdadero trabajo tomen ese sol y sean recompensados. Cuando hablan de que un proyecto ha sido un éxito, hablan de los puntos fuertes del equipo y las cualidades que han demostrado. Nunca acerca de sí mismos.
Excelente articulo! Es una tarea diaria poner estos principios en practica!