Para Alcatel-Lucent, a pesar de los avances que la región ha tenido en materia de infraestructura de TIC, los gobiernos de América Latina aún deben reforzar sus planes de ciudades digitales para mejorar la prestación de los servicios públicos y la inversión en empresas productivas.
Los proyectos de ciudades digitales se han convertido en uno de los principales retos de los gobiernos latinoamericanos en los últimos años. Países como Colombia, Ecuador, Perú, México, Argentina y Chile han incluido en el último tiempo en sus planes de gobierno iniciativas para mejorar su infraestructura procurando que su población tenga una mejor conectividad. Esto, sin embargo, ya no es suficiente.
“Debido a la importancia que tienen las TIC para acelerar el desarrollo económico y social de los países, los gobiernos de todo el mundo deben promover y en muchos casos auspiciar proyectos de ciudades digitales a través de los cuales puedan mejorar la prestación de los servicios públicos, la calidad de vida de sus ciudadanos y, al mismo tiempo, atraer capitales para proyectos de inversión en empresas productivas” – advierte Mauricio Desdier Arcega, Director de Soluciones y Marketing Estratégico de Alcatel-Lucent, al hacer un balance de los avances que han tenido los proyectos de ciudades digitales en Latinoamérica y establecer los retos que en esta materia tiene los países de la región en este momento.
El experto reconoce que la conectividad de banda ancha constituye la infraestructura básica de comunicaciones sobre la cual es posible implementar aplicaciones y servicios que dan forma y sentido a una iniciativa de Ciudad Digital. “El riesgo que existe por parte de un gobierno, al sólo respaldar la etapa de conectividad, es que no podrá garantizar la oportuna y correcta consecución del concepto integral que dio origen al proyecto de ciudad digital”, explica.
Para que un proyecto de ciudad digital sea exitoso y trascendente en este momento –señala Desdier- se hace necesario avanzar hacia un uso más estratégico de las TIC que integre todos los sistemas de agua, energía, seguridad, movilidad, salud, educación, comercio y medio ambiente. “De esta manera es que los gobiernos latinoamericanos podrán promover un avance sostenible de sus servicios públicos, motivar a la innovación constante e impulsar el logro de los objetivos sociales en pro de sus ciudadanos, precisa el representante de Alcatel-Lucent.
Y es que según esta nueva tendencia, la inteligencia distribuida que caracteriza a una ciudad digital debe plantear una alternativa real para mejorar todo, desde la democracia hasta la educación, pasando por la salud, la misma economía e incluso la estabilidad del medio ambiente. En este medida, el principal reto, tanto para para los gobiernos, como para la industria privada, las organizaciones no gubernamentales y los diversos sectores de la sociedad civil, es determinar colectivamente la mejor forma de realizar una visión y una misión de ciudad digital específica, que se ajuste a sus necesidades y esté conforme con sus valores sociales.
“Para ello hay que entender que las necesidades de una metrópoli de negocios son diferentes a las de un territorio agrícola, o las de una región caribeña en comparación con una ciudad comercial. El concepto de territorio digital, en contraste con el de ciudad digital, aplica mejor a los casos que involucran pequeñas ciudades o regiones en donde las necesidades de cada lugar y los requerimientos de sus habitantes están claramente determinados por su situación geográfica o su actividad económica, turística o comercial. El encontrar soluciones económicamente viables que vayan de la mano con herramientas TIC para resolver esas problemáticas más específicas de manera puntual, ese es el mayor resultado al que se puede aspirar en un territorio digital como tal”, explica Desdier.
Tecnologías que logran impactar
Pero si no se trata solo de conectividad, ¿qué otros caminos son los que deben recorrer los gobiernos latinoamericanos para lograr tener ciudades digitales?
Para el experto, Director de Soluciones y Marketing Estratégico de Alcatel-Lucent, son muy diversos los sectores de la sociedad en los que la tecnología puede buscar un impacto significativo en la calidad de vida de sus ciudadanos. Por ejemplo, puede permitir a partir de una red dorsal nacional de banda ancha llevar servicios de telecomunicaciones a sitios remotos, haciendo posible que poblaciones apartadas tengan una mayor integración con el resto de la economía de un país y fomentando así su desarrollo.
Desdier precisa que la tecnología también puede posibilitar la implementación de soluciones distribuidas a nivel metropolitano para combatir y prevenir delitos y crímenes, mediante sistemas avanzados de video seguridad que usan comunicaciones inalámbricas de banda ancha para compartir la información en tiempo real entre los distintos agentes de seguridad pública y los centros de manejo de emergencias.
De igual manera puede llegar a optimizar las operaciones de las compañías eléctricas para lograr un uso más racional y optimizado de los recursos energéticos. Y, en el sector de transporte y vialidad metropolitana, puede ayudar a que el flujo de vehículos y en general el control de tráfico se haga en forma más dinámica e inteligente.
Y en cuanto a las iniciativas de inclusión de personas de la tercera edad, o de personas que viven en localidades remotas y que no disponen de medios para trasladarse a los centros de salud o a centros especializados de diagnóstico médico localizados en las grandes urbes, el uso coordinado de las TIC puede permitir mediante aplicaciones de telemedicina, acceder al análisis y consulta remota con un especialista a través de la web.
Para que todo este panorama sea una realidad, la contribución de las empresas del sector es esencial en todo lo relacionado con el despliegue de soluciones y la provisión de servicios que ayuden a la consecución de estos proyectos por parte de las distintas entidades de gobierno y en conjunto con la sociedad civil en general. En este sentido, empresas como Alcatel-Lucent tienen ya la amplia experiencia de haber participado en múltiples proyectos de este tipo a nivel global desarrollando accesos de ultra banda ancha con tecnologías inalámbricas y fijas, tales como LTE, Small Cells, VDSL2, GPON, 10GPON, G.Fast, etc. Así mismo logran impactar al objetivo de ciudades digitales desarrollos como los de las Redes VPN avanzadas basadas en protocolo IP/MPLS, arquitecturas de red virtualizada basadas en tecnologías SDN y NFV, radios de microondas para comunicaciones paquetizadas basadas en protocolo IP y soluciones de interconectividad para data centers y servicios basados en la Nube (SaaS, IaaS y PaaS).
Garantizando el respaldo y soporte para estas tecnologías, tanto el gobierno como las entidades de la administración pública podrán avocarse al diseño de las políticas públicas, regulatorias y de los modelos de negocio que requieren aquellas soluciones para una ciudad digital. Hay que poner especial énfasis en el uso intensivo y estratégico de las TIC, facilitar además la participación activa de todas las organizaciones, empresas y representantes de la sociedad sin exclusiones y, trabajar todo ello, dentro de un marco para el desarrollo de la innovación y la difusión del conocimiento cibernético”, concluye el experto.
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