Por: Peter Cutts Gerente general, Cloud Solutions Business Unit
Los fines de semana uno suele verse tentado a tomar un martillo y unirse a la tradición popular del “hágalo usted mismo”. Ya sea para convertir el sótano en una sala de entretenimiento o arreglar el jardín, siempre es satisfactorio aplicar nuestras habilidades en un proyecto, para al mismo tiempo obtener satisfacción y ahorrar dinero.
Con cada emprendimiento, existe un grado de riesgo que siempre se pasa por alto. Al igual que en muchos proyectos que se inician con las mejores intenciones (en TI y en el hogar), existe el riesgo de atrasarnos con respecto al calendario, exceder el presupuesto y dejar insatisfecho al cliente interno. En casos más extremos, es posible que hayamos violado las normativas locales o el código de construcción, lo que tiene un impacto financiero. Gracias a estas experiencias, aprendemos a regular nuestro instinto de “obrero habilidoso” y consideramos invertir en conocimiento externo. La ayuda experta nos ofrece la tranquilidad de que el resultado (y el costo) será predecible, mientras que nuestro riesgo de falla se reduce considerablemente.
En una llamada reciente con analistas, EMC compartió el ejemplo de una empresa farmacéutica transnacional, que tenía el objetivo de crear una manera altamente flexible y de bajo costo de ofrecer infraestructura como servicio, según la demanda a sus asociados comerciales y desarrolladores. Aunque la empresa tenía las habilidades internas para lograr este objetivo, EMC proporcionó una solución de nube híbrida para lograr los objetivos de la empresa, y a su vez permanecer rentable y respetar los plazos: un resultado predecible.
La solución de nube híbrida de la empresa aprovecha la inversión en su nube privada EMC VMware basada en Vblock y administrada por EMC, mientras que permite el consumo transparente de capacidad de los servicios de nube pública de VMware vCloud Air. Para los asociados comerciales y sus desarrolladores, un portal de autoservicio de aplicaciones proporciona a la empresa un único punto de entrada para hacer previsiones y solicitudes, además de administrar y rastrear el cumplimiento de las solicitudes. Luego, este portal se vuelve a integrar con las herramientas existentes y administradas internamente de la empresa, lo que optimiza aún más el proceso desde la solicitud hasta su finalización.
Una vez entregada la solución, unas 2,000 máquinas virtuales se migrarán desde la nube privada interna de la empresa hasta el servicio de nube pública de VMware vCloud Air, y más adelante se agregarán cargas de trabajo de producción no reguladas. El resultado final es una solución de nube híbrida diseñada, comprobada y rentable que reduce el riesgo, es completamente automatizada y está administrada y soportada por EMC.
Cuando su organización realice el viaje hacia la nube híbrida, intente responder esta pregunta: “¿Realmente deseo formar parte del negocio de ingeniería de integración y pasar tiempo manteniendo versiones y rediseñando actualizaciones o puedo tener más éxito permitiendo que EMC realice estas tareas en una semana aproximadamente?”
Una vez que lo pruebe, podría sorprenderse.