*** Por Alexis Zlocowski, Latin America Big Data Sales Director de Teradata
En la actualidad, la investigación farmacéutica y los diversos dispositivos utilizados en hospitales, tales como marcapasos y equipos sofisticados de diagnóstico de salud, incrementan los volúmenes de información a un ritmo vertiginoso. Dichos datos pueden ser aprovechados para avanzar en el conocimiento, detección temprana y curación de enfermedades, y es por eso que el Big Data adopta un papel revolucionario en el mundo de la salud.
A través de la implementación de soluciones BI y Big Data, el enorme caudal de datos generado día a día por los pacientes es capitalizado por organizaciones de salud, hospitales y centros de investigación a nivel mundial. Si bien la información generada puede ser estructurada -como resultados de análisis- o no estructurada -como imágenes médicas- la misma puede ser digitalizada y almacenada para su posterior estudio.
Compartir y analizar registros de historias clínicas por medio de la aplicación de tecnologías disruptivas, permite predecir diagnósticos así como también prevenir y pronosticar afecciones.
Los pacientes utilizan cada vez más dispositivos personales, como relojes inteligentes, que realizan seguimiento de su estado de salud, permitiéndoles conocer y compartir la información. Con el aprovechamiento de recursos tecnológicos como Big Data, la investigación farmacéutica puede –por ejemplo- capitalizar extensos conjuntos de datos y mejorar la eficacia de las drogas ayudando a dar batalla a enfermedades como la diabetes o el cáncer.
Otro aspecto interesante a tener en cuenta es la utilidad que esta tecnología tiene en el momento de generar acciones preventivas ante la detección de ciertos patrones o la generación de eficiencias en la administración de drogas intrahospitalarias.
Es así como en el ámbito de la salud, el poder del Big Data radica en brindar infinitas posibilidades que abarcan desde la identificación de personas con altas probabilidades de contraer enfermedades hasta el pronóstico de estados de riesgo y difusión de medidas de prevención. Dicha inteligencia predictiva tiene un potencial altamente valioso porque una mayor riqueza de información habilitará un mejor desempeño del sistema de cuidado de la salud, permitiendo la anticipación a pandemias y la generación de diagnósticos precisos.
Los actores del sector sanitario almacenan permanentemente conocimiento del cuidado de la salud, que incluye ensayos clínicos e información de pacientes. Al poder procesar grandes volúmenes de datos de diferentes formatos se puede lograr una visión holística tanto de los pacientes como de los centros de salud, el desafío consiste en perfeccionar la recolección y el análisis a fin de anticiparse cada vez más a los problemas de salud y poder salvar vidas.