Microsoft nuevamente ha pintado un cuadro desolador para aquellos clientes que se mantengan en Windows XP y Office 2003 luego de que dé fin al soporte del sistema operativo y la suite a inicios de abril, aunque no queda en claro si la compañía está teniendo éxito en su campaña para convencer a aquellos que se mantienen en espera con el upgrade.
En un post el miércoles, Microsoft reiteró que los consumidores y negocios que se mantengan con los productos más allá del plazo del 8 de abril, enfrentarán serios riesgos a su seguridad y no podrán aprovechar los avances técnicos.
“Las computadoras que actualmente corren Windows XP y Office 2003 no dejarán de funcionar el 9 de abril, pero con el tiempo la seguridad y el desempeño se verán afectados”, se lee en el post.
Específicamente, las PC con Windows XP no podrán corren muchas de las “nuevas” aplicaciones, o trabajar con el nuevo hardware debido a que no se soportarán algunos drivers. Adicionalmente, las PC que corren el sistema operativo serán fáciles presas del malware ya que Microsoft no lanzará nuevas actualizaciones de seguridad y reparación de bugs para ellas, ni tampoco ofrecerá servicios de soporte o actualizaciones de contenido técnico. Office 2003, por otro lado, no ofrece capacidades modernas de movilidad y nube, de acuerdo a Microsoft.
No es de sorprender, sin embargo, que la solución que ofrece la compañía a los clientes es adoptar Windows 8.1 y Office 365, aunque reconoce que en la mayoría de casos las PC que tienen Windows XP carecen de las especificaciones de hardware necesarias para correr el nuevo sistema operativo. “La mayoría de las PC que corren Windows XP no son capaces de hacer el upgrade a Windows 8.1 debido a la antigüedad del hardware”, se lee en el post.
Michael Silver, analista de Gartner, afirmó que aunque ciertamente es posible pasar de Windows XP a Windows 8.1, “no es tan simple como debería”. Los usuarios que aún se encuentran en Windows XP, especialmente los consumidores, deberían ver el plazo como una oportunidad para comenzar de nuevo mediante el traslado de sus archivos locales a un almacenamiento de nube, y posiblemente con el reemplazo de sus PC por una tableta o una Chromebook. “En la medida en que necesitan trasladarse, quizás sea el momento para algo radicalmente diferente”, sostuvo Silver en un correo electrónico.
Windows XP sigue siendo popular a pesar de su antigüedad -fue lanzado en el 2001. De acuerdo a las más recientes cifras de NetApplications, Windows XP tiene una participación de casi 30% en el mercado de sistemas operativos de escritorio, detrás de Windows 7 que tiene casi 47%. Por el contrario, Windows 8, que comenzó a entregarse en octubre del 2012, y su actualización 8.1, lanzada hace un año, tienen una participación combinada de alrededor de 10,6%.
Windows 8 y su actualización han recibido críticas por su interfase optimizada para entornos táctiles y por una serie de bugs. Microsoft promete otra actualización para la primavera [septentrional] que hará que el sistema operativo sea más amigable con los usuarios de mouse y teclado, pero la impresión en el mercado es que Microsoft ha padecido para llegar a Windows 8. Las críticas más pesimistas han comparado a Windows 8 con el desastroso Windows Vista, lanzado en el 2007 y rechazado en general.
Igualmente, Office 2003 aún es ampliamente usado. De acuerdo a los resultados de una encuesta de Forrester Research lanzada en octubre, Office 2003 se encontraba en uso en 28% de las empresas encuestadas, detrás de Office 2007 (51%) y Office 2010 (85%). La más reciente versión de Office -llamada Office 2013 cuando se vende con una tradicional licencia perpetua y Office 365 cuando se vende mediante una suscripción anual- se usaba en el 22% de las compañías encuestadas, y mostró una adopción más lenta que la de Office 2010 para el mismo periodo de tiempo luego de su lanzamiento, de acuerdo a Forrester.
Juan Carlos Pérez, IDG News Service
Francisco Carrasco, CIO America Latina