HPE entre los líderes de almacenamiento de Gartner
Se trata de un tramo de casi 200 kilómetros, que se encuentra sin ningún tipo de telecomunicaciones entre el Paso Cristo Redentor en Chile y la ciudad argentina de Mendoza.
Acceso a Internet banda ancha mediante conexión al anillo de fibra óptica internacional, telefonía celular, y cobertura de emergencias mediante el número 911, son los servicios de comunicaciones que próximamente se habilitarán para el uso público, entre el Paso Internacional los Libertadores desde el lado chileno; y la Ruta Nacional 7 (Carretera Libertador General San Martín) que por el lado argentino conecta a la ciudad de Mendoza con Chile.
Estos servicios serán soportados por las obras e infraestructura de comunicaciones que está desplegando Level 3, y que consiste en la instalación de antenas, enlaces digitales y conexión en 7 puntos al tendido de la red de fibra óptica que coincide con la carretera por el lado argentino, a lo largo de los 200 kilómetros que unen Chile y Mendoza.
Se trata de una zona geográfica de alta montaña denominada “oscura” en la jerga de telecomunicaciones, por carecer de servicios de emergencia, señal de telefonía móvil e Internet.
Este corredor bioceánico atiende al mayor número de personas, vehículos y transporte de carga, presentando cifras cercanas a los 4,6 millones de toneladas; sobre 1 millón 700 mil personas en tránsito, y más de 545 mil vehículos al año. Se trata de la principal conexión terrestre entre Chile y el Mercosur, comunicando al país con un mercado potencial de más de 270 millones de personas.
En América Latina Level 3 opera la mayor red de fibra óptica, con un despliegue de 11 mil 200 kilómetros, interconectando a más de 200 ciudades de la región a servicios de telecomunicaciones y banda ancha.
La red de fibra óptica que soportará la conectividad en el corredor bioceánico entre Chile y Argentina se despliega desde Valparaíso hacia Santiago, cruzando la Cordillera de Los Andes hacia Mendoza. Por el lado chileno la red continúa hacia el norte vía submarina hacia Lima (Perú) por el Océano Pacífico, mientras que por el lado argentino continúa desde Mendoza hacia Buenos Aires, desde donde se despliega hacia Brasil en el norte, vía el Océano Atlántico.
Francisco Carrasco, CIO America Latina
