En lo que podemos llamar una interesante tendencia vista a través de un caso, el número de inversionistas ángeles está aumentando en la región.
¿Por qué? Pues porque la transformación tecnológica y las startups son más que innovación. También, son un buen negocio.
En medio de la incertidumbre económica reinante en el mundo, no deja de ser llamativo el que América Latina pueda decir que cuenta con más inversionistas ángeles participando en distintos proyectos de desarrollo de empresas tecnológicas en la región.
Eso es – casi – un lujo asiático. Invertir supone riesgo. Y, también, cierto exceso de dinero. Aunque sea transitoriamente.
Es por ello que siempre se espera que la inversiones rindan ganancias: porque deben servir para que ese dinero alcance, no hoy, sino en el futuro.
La pregunta obligada es ¿de dónde salen esos fondos? Los asiáticos – especialmente los del medio Oriente – tienen reyes y príncipes con recursos, generalmente, provenientes del petróleo. O de piedras preciosas de mitológica procedencia.
En el caso de América Latina son los deportistas de élite que, en número creciente, procuran asegurar su futuro y el de sus familias mientras apoyan iniciativas que mejoren la calidad de vida de nuestros países.
Recordemos que las cifras de los eventos deportivos y el mercadeo en torno al mismo son, por demás, interesantes.
Capital humano, literal
De acuerdo con Statista, la producción de artículos deportivos es un sector económico que genera miles de millones de dólares
- Sólo en Estados Unidos, las ventas de este sector alcanzaron los US$ 53.000 millones en el año 2020
- Generó a nivel global ganancias de alrededor de US$ 191.000 millones en el último año
- Se pronostica que dichos ingresos continuarán en aumento hasta alcanzar los US$ 249.000 millones en 2026
Dicho de otro modo, hay mucho dinero en torno al deporte y los atletas.
Esto hace a los atletas de alta competencia potenciales inversionistas en cualquier área. No importa si son futbolistas, atletas de pista, boxeadores o beisbolistas: las posibilidades de que mejoren la economía de sus país de más de una forma no debe ser desestimada.
No obstante, cuesta asociarlos con la tecnología. De nuevo, esto es un error.
Pocos sectores económicos tienen tantos recursos como el deporte para invertir en la innovación en materiales o instrumentos de medición, por solo nombrar dos posibilidades tecnológica.
Ni hablar de toda la tecnología para el manejo de multitudes que requiere la cada vez más compleja infraestructura del espectáculo deportivo.
Así que las razones de nuestra sorpresa tienen más que ver con los estereotipos que con las razones que pueden tener los atletas profesionales.
Decidir desde la experiencia
Hasta ahora, el perfil de los llamados inversionistas ángeles, aunque heterogéneo, mantenía algunos rasgos comunes. La mayoría de ellos eran (y son):
- Hombres, probablemente porque son los más atraidos al riesgo
- Personas con experiencia profesional en sectores como la tecnología, el sector financiero y la consultoría
Esto solía explicar por qué se mostraban más proclives a participar en áreas de inversión próximas a sus experticias como son las de TIC, software o telefonía.
Es por ello que el interés de los atletas resulta un cambio bastante radical y, para algunos, casi inexplicable. Casi.
“Un motivo que puede explicar el interés de los deportistas de élite en ayudar económicamente a startups es que supone invertir en la próxima generación de emprendedores”, destacó Gonzalo Abalsamo, CEO y Co-Founder de Simplestate, startup líder en inversiones en real estate.
Para Abalsano, los atletas que invierten en statups, de alguna manera, utilizan – como los perfiles previos de inversionistas ángeles – su conocimiento y experiencia para tomar de decisiones de negocios.
“Eso implica confiar en un equipo, en su visión y en su historia de la que el inversor puede ser partícipe y ayudar a que los proyectos de la compañía se hagan realidad”, afirmó el CEO de Simplestate.
Intereses variables
En el caso de esta startup, su proyecto y ejecución le han valido que deportistas de élite como Delfina Merino, jugadora de hockey; así como Leona “Tute” Moroni y Mario Ledesma, ambos jugadores de rugby y Pumas, hayan decidido sumarse a Simplestate.
“Mi decisión se basó en lograr diversificar mis ahorros pensando en el futuro. La vida profesional del deportista es corta y me pareció una linda oportunidad para apostar en algo nuevo. Es mi primera vez en el mundo de las startups y hacerlo de la mano de Simplestate me da seguridad, ya que es una empresa que viene creciendo en un país donde todo es muy difícil”, comentó Tute Moroni.
Pero estos y otros atletas de alta competencia no son los únicos descubriendo estas oociines ganar-ganar.
En el proceso de diversificación de los inversionistas ángeles en proyectos exitosos o prometedores de emprendimientos digitales encontramos mas.
Más cerca de los ángeles tradicionales que de los que vienen del área deportiva, encontramos a empresarios exitosos que apoyan negocios incipientes y startups.
A este perfil de inversores se les conoce como Business Angels.
Diversificar a los inversionistas ángeles
En esta categoría tan particular, el caso de Simplestate se hace un poco más tradicional con respecto a lo que ocurre en el resto del mundo.
Y es que los business angels suelen parecerse pues, entre otras cosas, provienen del sector que esa apoyando.
¿Por qué un emprendedor tecnológico invirte en otra startup? Hay muchas razones pero las más importantes son:
- Promover avances o tecnologías complementarias y que agreguen valor a su negocio principal
- Introducirse en sectores de su interés que, hasta ahora, han estado fuera de su alcance
- Diversificar tantos sus ingresos
- Cómo sus riesgos financieros
Para Simolestate encontramos, entre otros a:
- Martín Mundo, SR Vice President Merchandising, WM US / Board Member
- Rafael Soto, CEO de Modo, una de las principales wallets de Argentina y ex general manager de Nubank y ex CEO de Ualá
- Martín Ticinese, Presidente de Cervecería y Maltería Quilmes
- Hernán Corral, Founder de Pomelo, startup regional que está revolucionando el modo en que las fintech le ofrecen servicios a sus clientes
Y la lista podría seguir. Las staups creen en el sector y se apoyan en la medida de lo posible. No sólo en Silicon Valley. También en América Latina.