¿Puede acelerarse el despliegue de 5G en Latam? Sí, con infraestructura compartida.
¿Están listas operadoras y gobiernos para gestionar esta posibilidad? Es lo que quiso saber 5G Américas.
Es indiscutible que el 5G ha avanzado más rápidamente en el mundo en aquellas regiones con más recursos para realizar las inversiones. También aquellas donde se sabe que dichos recursos se recuperarán en plazas de cortos o razonables.
Pero América Latina y el Caribe no pueden, en conjunto, garantizar eso. ¿Significa esto que ha llegado el momento de integraciones menos declarativas y díplomáticas y más prácticas? Es la mejor manera de verlo.
Hay otras. Una de ellas es la que aborda el más reciente estudio ente white paper de 5G Americas denominado “Modelos innovadores en la compartición de Infraestructura”.
De entrada, el white paper resalta que, para mejorar las condiciones de cobertura de servicios 5G, es importante que las autoridades desplieguen políticas que estimulen una estrategia de infraestructura compartida voluntaria entre las operadoras.
Más allá del lo Sugestivo vo que resulta el adjetivo vo “voluntaeii”, sin duda, el caso de México se vuelve relevante.
Recordemos que esta nación cuenta con toda una legislación para que otras operadoras puedan aprovechar la red existente – propiedad de una empresa privada – en beneficio de la población.
¿Viabilidad práctica y técnica?
Lo cierto es que la región debe pensar en opción para superar el rezago de conectividad, por un lado.
Per, también, para evitar que se consagren con esta tecnología las ya tradicionales desigualdades que dejan a las zonas rurales y alejadas de los grandes centros urbanos sin una cobertura mínima para el despliegue de los servicios de banda ancha móvil.
No es un lujo que la región pueda darse: la conectividad ha venido contribuyendo a avanzas en la agricultura y ganadería, aprovechando distintos recursos y herramientas tecnológicas.
Esto sin contar la necesidad de llevar conectividad a zonas antes no atendidas con, lo cual permite que se desarrollen diferentes verticales y servicios provistos por el Estado como educación, salud y seguridad.
Lograr una estretegia consistente y escalable de una infraestructura compartida debería permitir condiciones ganar – ganar en las cuales las operadoras vieran ventaja al ingresar a mercados siempre dejados de lado.
“Además de medidas como la creación de una agenda que permita a la industria planificar el tendido de sus redes, la reducción las trabas burocráticas que pesan sobre su despliegue. Así como el concepto de ventanilla única de trámites, es importante que las autoridades de la región consideren la compartición voluntaria de infraestructura activa y pasiva”, explicó José Otero, vicepresidente para América Latina y el Caribe de 5G Americas.
El White Paper “Modelos innovadores en la compartición de Infraestructura” puede ser descargado aquí.