El más reciente informe sobre tendencias tecnológicas del Foro Económico Mundial abre las puertas de la imaginación en distintas áreas.
En el plano ambiental, las tecnologías disruptivas que, se espera, impactarán en forma radical más de una industria global.
¿Pensó usted que la creatividad para hacer preguntas sería, alguna vez, una cualidad altamente valorada en el mundo tecnológico? Probablemente no. Pero el FEM algo nos anticipó, por lo menos una década antes.
Y es que el Foro Económico Mundial (FEM o WEF, por sus siglas en inglés) suele ser bueno anticipando tendencias. Probablemente ayude a ello el que trabaja con líderes empresariales globales.
Por supuesto, no tiene una asertividad del 100% pero es lógico que las empresas pongan recursos en las tecnologías que les parecen más convenientes y, con ello, las impulsen.
El informe Top Emerging Technologies 2023, publicado por el FEM para el cierre del primer semestre se realizó en colaboración con Frontiers y reúne las perspectivas de más de 90 académicos, líderes industriales y futurólogos de 20 países de todo el mundo.
Con estas visiones, el mismo pone de relieve las tecnologías con más probabilidades de influir en las personas y el planeta en los próximos tres a cinco años.
Y tienen todo un aparte para el aspecto del cambio climático que, por sus capacidad de generar catástrofes atmosféricas M, se ha convertido en crucial.
Esas tecnologías verdes que todos están esperando
Veamos ahora cuáles son algunas de estas tecnologías emergentes que, se anticipa, serán tendencias globales, en lo que a mejorar el cambio climático se refiere.
Recuérdelas para verificar que, efectivamente, lograrán superar la lista de deseos de ejecutivos y académicos.
Veamos dos de las tecnologías verdes que debemos esperar:
Combustible sustentable para aviones
Esto no debe sorprender: si el mundo quiere seguir disfrutando de las ventajas de la aviación, es necesario descarbonización la industria. Todo el transporte.
No es fácil. Según el informe la industria del transporte aereo genera entre el 2% y el 3% de las emisiones mundiales de CO2.
No parece mucho pero se estima, también, que todas las regiones del mundo registrarán grandes aumentos de aquí a 2050.
Es por ello que lograr la innovación en este sector se hace crítico.
De allí que el informe del FEM destaque el estado actual y los avances en torno al combustible de aviación sostenible (SAF, por sus siglas en inglés).
El informe repasa con lo que se trabaja en la actualidad: combustibles sintéticos fabricados a partir de fuentes biológicas como la biomasa o no biológicas como el CO2.
Estos pueden utilizarse con la infraestructura y los equipos de aviación existentes.
En la actualidad, los SAF cubren alrededor del 1% de la demanda de combustible de la industria de la aviación.
Se espera que esta cifra aumente hasta el 13-15% en 2040 para ayudar al sector a alcanzar las emisiones netas cero en 2050.
Plantas con sensores
Sí, como lo lee. La opción de generar dispositivos microscópicos de Internet de la Costas (IoT) para monitorear el desarrollo de las plantas y cosechas es un esfuerzo en curso.
En realidad, si se piensa en la importancia y el avance que puede suponer, más bien, hay que decir que estos avances han demorado pese a ser cruciales.
¿Por qué? Pues porque el crecimiento poblacional no deja de admirarnos. Tampoco se relentiza en términos globales. No puede decirse lo mismo de las cosechas.
Al respecto, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), ha señalado qué la producción mundial de alimentos tendrá que aumentar un 70% de aquí a 2050.
Eso es casi duplicar la producción actual y la causa es atenderla demanda de una población que SÍ parece incrementarse en forma exponencial.
No hay espacio, entonces, para el desperdicio de alimentos. No hoy y menos en el futuro cercano. La vigilancia de los cultivos es un elemento clave para alcanzar este objetivo.
El informe del Foro Económico Mundial señala que los análisis tradicionales del suelo y las inspecciones visuales de los cultivos son caros y requieren mucho tiempo.
Es por ello que ya se utiliza la supervisión mediante datos de satélite de baja resolución. También se ha avanzado en el uso de tractores equipados con sensores y drones.
Países de América Latina como Perú y Chile ya han dado importantes pasos en el uso de estas tecnologías. Igualmente ocurre en Brasil, Mexico, Colombia y Argentina.
Los cambios por venir
Esto, sin embargo, pronto dará pasó a procesos aun más cercanos. Según el informe, los sensores microscópicos son:
- Tan pequeños como una aguja
- Incrustados en plantas individuales
- Podrán cosechar una gran cantidad de datos para mejorar la salud de las plantas
- Y aumentar la productividad agrícola
¿Cómo? Pues, se espera que estos dispositivos controlen:
- La temperatura
- La humedad
- Y los niveles de nutrientes de las plantas
Todo ello para ayudar a optimizar el rendimiento de los cultivos, reducir tanto el uso de agua como el de fertilizantes y detectar los primeros signos de enfermedad.
Esto, sin embargo, pronto dará pasó a procesos aun más cercanos. Según el informe, los sensores microscópicos son:
- Tan pequeños como una aguja
- Incrustados en plantas individuales
- Podrán cosechar una gran cantidad de datos para mejorar la salud de las plantas
- Y aumentar la productividad agrícola
¿Cómo? Pues, se espera que estos dispositivos controlen:
- La temperatura
- La humedad
- Y los niveles de nutrientes de las plantas
Todo ello para ayudar a optimizar el rendimiento de los cultivos, reducir tanto el uso de agua como el de fertilizantes y detectar los primeros signos de enfermedad.