Las API crecen rápidamente. TambiĂ©n la automatizaciĂłn y los ataques utilizando bots.Â
Los incrementos no son aislados: la falta de protecciĂłn convierte a los bots en un vector.Â
Por: Ricardo Cazares | Vicepresidente de Imperva en Latinoamérica
La rápida proliferaciĂłn de las interfaces de programaciĂłn de aplicaciones (API) está encabezando la transformaciĂłn digital.Â
ÂżPor quĂ©? Porque ayudan a los desarrolladores a unir aplicaciones de forma rápida y eficiente, al tiempo que proporcionan una mejor experiencia de usuario.Â
Una encuesta de Imperva descubriĂł que el nĂşmero medio mĂnimo de API que una instituciĂłn gestiona hoy en dĂa es de 300.Â
Sin embargo, a medida que crece el volumen de las mismas se amplĂa la superficie de ataque.Â
Por lo tanto, cabe esperar que, en los prĂłximos años, las API se conviertan en uno de los principales objetivos de los ciberdelincuentes. Éstas no sĂłlo amplĂan la superficie de ataque al proporcionar más puntos de entrada a los cibercriminales.
Ellas tambiĂ©n son más susceptibles al abuso de la lĂłgica empresarial y al fraude, lo que las convierte en un objetivo ideal para los ataques automatizados.Â
Y Ă©stos están aumentando a un ritmo alarmante. Como se indica en nuestro informe “Bad Bot Report 2023“, el 17% de todos los ataques dirigidos a API en 2022 procedĂan de Bots. Y el 21% eran otros tipos de amenazas automatizadas.Â
No deberĂa sorprendernos que la falta de protecciĂłn sea uno de los desafĂos del 2023.Â
Pero, ¿por qué estás herramuebtas son un vector cada vez más atacado?
Las organizaciones carecen de visibilidad
Las organizaciones deben identificar y documentar todas sus API.Â
Muchas existen y están expuestas pĂşblicamente, pero las instituciones no han hecho el inventario ni las conocen activamente. Son las denominadas “API en la sombra”.Â
Los ejemplos incluyen: antiguos puntos finales de API que están obsoletos, pero nunca se eliminaron. También hay nuevos puntos finales que no están documentados.
O cuando un desarrollador realiza un cambio que expone puntos finales de API no pĂşblicos a Internet.Â
Esto nos lleva a preguntarnos: ¿Cómo se puede proteger lo que no se sabe que está ah�
TambiĂ©n está el reto de distinguir el tráfico humano del de bots y, tambiĂ©n, diferenciar los bots buenos de los maliciosos.Â
El problema radica en el hecho de que, para estas herramientas, todo parece un bot, ya que están diseñadas para clientes automatizados.
Esto hace que sea difĂcil que las organizaciones protejan sus API contra los ataques de bots.Â
Las mismas manejan grandes volĂşmenes de peticiones, pero carecen de mecanismos de defensa incorporados.Â
Todo ello dificulta la detecciĂłn y el bloqueo del tráfico de bots maliciosos: permite a los atacantes utilizar la automatizaciĂłn sin riesgo de que salten las alarmas.Â
Proporcionan acceso directo a datos sensibles
Las API son una vĂa directa de acceso a:Â
- Datos confidencialesÂ
- Funcionalidades empresariales
- RecursosÂ
- Y otra informaciĂłn sensibleÂ
Un análisis reciente de Imperva descubriĂł que el 13% de las API manejan informaciĂłn altamente sensible.Â
Nos referimos a nĂşmeros de tarjetas de crĂ©dito, de la seguridad social, direcciones de particulares, etc.Â
Si un atacante consigue acceder a una API que maneja datos, podrĂa obtener – potencialmente – esta informaciĂłn, lo que darĂa lugar a una violaciĂłn de datos.
La lĂłgica empresarial suele pasarse por alto
SegĂşn Postman, el 44% de los desarrolladores de API tienen menos de dos años de experiencia.Â
Cuando se trata de protegerlas, los desarrolladores suelen aplicar un conjunto estándar de reglas, exponiendo asĂ las API a vulnerabilidades.Â
Incluso si los desarrolladores intentan mitigar el tráfico de bots, a menudo, utilizan herramientas y tĂ©cnicas de seguridad tradicionales.Â
Entre ellas se encuentran la limitaciĂłn de velocidad, la detecciĂłn basada en firmas, los protocolos de bloqueo, etc.Â
Estas técnicas suelen ser ineficaces contra los sofisticados ataques de bots que se dirigen a las API.
No se trata sĂłlo de la funciĂłn empresarial
Scraping y Account Takeover son dos ejemplos de ataques de bots que pueden explotar la lĂłgica de negocio de una API.Â
Los bots pueden atacar las API de muchas otras formas. Un ejemplo son los ataques distribuidos de denegaciĂłn de servicio (DDoS).Â
Los bots pueden utilizarse para lanzar ataques DDoS contra las API, saturándolas de tráfico y haciĂ©ndolas inaccesibles para los usuarios legĂtimos.
Por todo lo anterior podemos concluir que las organizaciones dependen cada vez más de las API, lo que lleva a un rápido crecimiento en su adopciĂłn y uso.Â
A su vez, la superficie de ataque que las empresas deben ser capaces de proteger hoy en dĂa ha aumentado significativamente.Â
Los bots, cada dĂa más sofisticados, y la facilidad con la que pueden atacar la logĂstica empresarial de las API, suponen un riesgo significativo.Â
Según nuestras previsiones, éste no hará más que crecer.