Aunque la IA generativa puede ayudar, hace falta talento TI y, especialmente, hackers éticos para su mejor desarrollo.
Ekoparty se encarga de identificar, encontrar y formar la próxima generación.
Se dice fácil: en la actualidad hay 3.4 millones de puestos sin cubrir en ciberseguridad en el mundo. Peor: medio millón de estas vacantes se encuentran en América Latina y el Caribe.
Así lo señalan las cifras del estudio anual Cybersecurity y Workforce Study (ISC) dejando en claro que, si esto no es un problema que requiere de formación masiva e intensiva en forma inmediata no sabemos, entonces, que puede entrar en esa categoría.
Otra hallazgo importante del estudio no mejora las cosas expone, también, la otra cara del problema. Es decir, la falta de inclusión:
- 70% de los trabajadores menores a 30 años son hombres
La buena noticia es que hay una oportunidad: si la mitad de la población está prácticamente excluida del conteo, al menos nuestra región podría tener una oportunidad de cubrir su déficit.
Ahora bien, aunque hay vacantes en todo el sector tecnológico, hay algunas áreas donde la escasez es más sensible. Y crítica.
La lista de “Empleos en auge 2023” de LinkedIn incluye al de Analista de Ciberseguridad como uno de los puestos que viene pisando fuerte en los últimos cinco años.
El informe señala que este tipo de especialistas se enfoca en la seguridad de las redes y la infraestructura tecnológica.
¿Con o sin toga y birrete?
En este punto quizás se pregunte ¿quiénes son? El informe de Microsoft señala, en este sentido que dichos prefesionales provienen – principalmente – de carreras de ingeniería en:
- Sistemas de información
- Informática
- O licenciaturas en Ciencias de la Computación
No obstante, ambos estudios destacan lo que ya saben la mataría de los departamentos de Recursos Humanos del mundo: en este sector no siempre es necesario contar con estudios formales para contar con las competencias, habilidades y talentos requeridos para hacer el trabajo.
Es un hecho demostrado que los cursos, certificaciones, capacitación autodidacta y la experiencia práctica pueden impulsar la carrera de cualquier persona interesada, especialmente en los que a los hackers éticos se refiere.
Esto no debe sorprender: la ciberseguridad no forma parte de las currículas de educación formal inicial y universitaria.
Así que no es infrecuente encontrar a los que serán hackers éticos en disciplinas tecnológicas diversas como en programación y gestión de TI.
Como sea, es un hecho que los hackers éticos escasean hace décadas.
Pero la tendencia se agravó en los últimos años con la transformación digital de las empresas, la migración a la nube y el trabajo remoto.
Una profesión gratificante
A pesar de las complejidades en la creación de n de este perfil de habilidades especializadas, lo cierto es que este tipo de profesionales sigue creciendo.
No a la velocidad ni en las cantidades que se necesitan, pero si más que otras especialidades.
¿Por qué? El mismo estudio del (ISC) desarrollado en 2022 indica que el 75% de quienes eligieron profesionalizarse en ciberseguridad están conformes y siente pasión por su empleo.
Y esas son satisfacciones qué abonan al bienestar, más allá de la compensación salarial o por honorarios.
“El desafío está en poder generar un semillero que se retroalimente continuamente”, explica Federico Pacheco, Director de Ekoparty Hackademy, academia con programas certificados en ciberseguridad para América Latina.
Cabe destacar que este instituto persigue la misión de crear talento a través de diferentes certificaciones iniciales y avanzadas, y luego, conectar a esos especialistas con oportunidades concretas en el sector, mediante su propia red de trabajo: Ekojobs