El comercio electrónico depende de la logística, la cual suele entorpecerse por lluvias y nevadas.
No obstante, la tecnología contribuye en la actualidad para mitigar el impacto de los elementos meteorológicos en las entregas.
De todas las barreras del comercio electrónico quizás la más difícil de sortear: el clima.
¿Por qué? Porque los factores meteorológicos impactan, directamente, la gestión logística. En especial, la de última milla.
Lamentablemente, el problema se presenta cada año, en todos los países. En Chile, por ejemplo, los temporales de 2024 dejaron en evidencia la vulnerabilidad de las cadenas de suministro ante fenómenos climáticos extremos, como los ocurridos entre junio y agosto.
Esa nación, debido a las lluvias, tuvo que enfrentar inundaciones, desbordes de ríos y cortes de rutas en distintas regiones del país.
Según datos del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred), el sistema frontal de junio de 2024:
- Causó daños en más de 7.400 viviendas
- Dejó a más de 11.000 personas damnificadas
- Y aisló a más de 3.000 debido al colapso de caminos y puentes
A esto se suma el impacto económico estimado por el Ministerio de Hacienda en US$759 millones, de los cuales más de US$600 millones corresponden a daños en infraestructura pública y habitacional.
Cuando la naturaleza se opone a una entrega
Y es que los inviernos y sus lluvias volverán siempre. Pero los problemas para la logística están encontrando alternativas en la tecnología.
La experiencia del invierno de 2024 demuestra que invertir en tecnología no solo permite mitigar los efectos inmediatos de las lluvias. También fortalece la resiliencia de las cadenas logísticas frente al cambio climático.
Desde Drivin, empresa especializada en soluciones para la gestión de transporte, destacan tres recomendaciones fundamentales para enfrentar estos escenarios:
1.- Monitoreo en tiempo real
Incorporar sistemas de gestión de transporte que realicen la función de monitoreo es un buen comienzo.
Este tipo de software permite implementar torres de control con toda la información requerida, facilitando la optimización y planificación automática, pfrente a bloqueos de caminos por inundaciones o deslizamientos.
Todo ello mejora la seguridad y contribuye a garantizar la puntualidad de las entregas
2.- Automatización para una mayor eficiencia operativa
Automatizar tareas como la asignación de rutas, la coordinación con transportistas y la notificación de cambios, permite respuestas más rápidas y efectivas.
Ello puede ser de ayuda ante imprevistos, reduciendo la dependencia de la intervención manual.
3.- Comunicación ágil con clientes y conductores
Las aplicaciones móviles conectadas a los sistemas de gestión de transporte (TMS) permiten mantener una comunicación fluida con conductores y clientes.
De esta manera se informa sobre posibles demoras o reprogramaciones debido al clima. Al mismo tiempo, se mejora la experiencia del usuario en situaciones críticas.