En la confrontación actual de Rusia contra Ucrania, para variar, Suiza no es neutral. Según el informe de CPR, Telegram tampoco.
Por mucho tiempo se ha dicho (y se creyó) que las guerras de otros tiempos eran cosas del pasado, restringidas a las regiones menos desarrolladas del planeta.
No, la guerra en el siglo XXI era comercial… y digital, libre entonces (en teoría) de crímenes de lesa humanidad.
La invasión de Ucrania por parte de Rusia ha demostrado que esto no es cierto y que las guerras del siglo XXI se pelea en más de un frente no tradicional.
En este sentido, el informe más reciente de Check Point Research (CPR), la división de Inteligencia de Amenazas de Check Point Software Technologies señala que las interacciones en Telegram se han visto incrementadas significativamente durante esta primera semana de la guerra.
El documento de CPR destaca que:
- Los grupos de Telegram se multiplicaron por seis el día en que inició la invasión.
- Los nuevos grupos están orientados a abordar temas relacionados con la guerra
- 71% de estos grupos difunden noticias flash de información no editada y a menudo no verificada.
- 23% de ellos se utilizan para coordinar ciberataques contra Rusia, principalmente DDoS
- 4% de estos grupos solicitan donaciones de criptomonedas para apoyar a Ucrania
El frente invisible
Pero, ¿efectivamente esos grupos y actividades en Telegram dan lugar a acciones concretas?
Según los especialistas de Check Point Research la respuesta es: absolutamente.
De hecho, destacan que, con la aparición e los últimos años de la aplicación de mensajería instantánea cifrada Telegram, la misma se ha convertido en la plataforma favorita de los ciberdelincuentes.
De hecho, recuerdan que los a comienzos de la pandemia se destacó e distintos informes cómo se utiliza la plataforma para actividades de mercado negro como, por ejemplo, la venta de certificados de vacunación falsos. En esta ocasión, el seguimiento de la empresa revela un aumento sustancial en ciberataques.
Las denuncias de Check Point Research no son poca cosa pues ha publicado datos sobre los ciberataques:
- 196% fue el asombrosos incremento de ataques al gobierno y al sector militar de Ucrania durante los primeros TRES días del conflicto.
- 4% aumentaron los ciberataques a organizaciones rusas.
Y, por supuesto, los investigadores también han advertido del envío de correos electrónicos fraudulentos para engañar a las personas que pretenden hacer donaciones a Ucrania desde el extranjero.
¿Telegram vs. Putin?
En este punto toca destacar la iuronia de que, pese haber sido creado por el programador ruso Pável Dúrov en 2013, la empresa detrás de la aplicación de mensajería se encuentra, hoy e día, radicada en Dubaii tras un largo periplo huyendo de su mala relación con los gobiernos intervencionistas. En especial el ruso.
De hecho, a pocas horas de comenzada la conflagración contra Ucrania, el Servicio Federal de Supervisión de las Telecomunicaciones de Rusia, mejor conocido como Roskomnadzor ha logrado que un tribunal prohíba (de nuevo) la operación de Telegram en el país.
¿Esto afecta de alguna manera el ánimo de los grupos que hacen vida en Telegram? Es difícil saberlo.
Lo que sí saben en CPR es que los ciberhacktivistas están eligiendo Telegram para transferir mensajes, ciberarmas y herramientas online, y están «señalando» a los atacantes los objetivos rusos relevantes.
Lista de ciberobjetivos contra Rusia
Los especialistas de CPR destacan que, desde el comienzo de la guerra, se han creado decenas de grupos diariamente y que algunos de ellos cuentan con – aunque usted no lo crea – más de 250.000 usuarios.
Check Point Research estima que alrededor del 23% de ellos intenta unir a hackers, profesionales y «aficionados» de la informática para realizar una ofensiva contra objetivos rusos en el ciberespacio.
Además, se utilizan para:
- Coordinar el ataque
- Decidir los “blancos”
- Y compartir los resultados, incluso ofreciéndose ayuda mutua para ello.
Los ataques DDoS se han convertido en un arma cibernética muy común, en la que los antirrusos apuntan contra los blancos que favorecen y piden a los usuarios del grupo que los sigan.
Por ejemplo, la agrupación Anna está llamando a sus seguidores para que ataquen objetivos rusos mediante ataques DDoS, por SMS o a través de llamadas.
¿Tendrán éxito? Quién sabe. Pero, cada vez que vea las noticias, recuerde que en su teléfono, en la apps del avioncito de papel, también se está librando esa guerra.