Aunque la vacunalización es invaluable, los estragos de la variante Ómicron del COVID-19 ya están afectando a las empresas en su gestión diaria.
Solemos olvidar que la pandemia y sus consecuencias en el trabajo remoto (2020) o en el trabajo híbrido actual han impactado no sólo a la operación de los departamentos de Tecnología.
Desprovistos ta de las esperanzas de que el Covid fuera algo pasajero, que pudiese ser “derrotado” en pocos años, desapareciendo de nuestras vidas, le toca al área de Recursos Humanos evaluar con tecnología como se abordarán loss “picos” de esta nueva enfermedad crónica y, aparentemente, estacional. Como su prima, la gripe.
Con una diferencia fundamental: ya la medicina ha logrado establecer – más o menos – las “temporadas” de gripe, actualizando las vacunas cada cierto tiempo.
El Covid y sus variantes todavía nos sorprenden en tiempo y mutabilidad. Eso hace aún mayor el reto de tratar que no afecte la operación de las empresas.
Es por ello que el outsourcing o la externalización resurgen como alternativas a considerar con seriedad, en especial en aquellos países con legislaciones que lo desestimulan.
Más allá de Ómicron
Y es que los retos operacionales que puede suponer un pico aún mayor del número de casos que ya ha logrado Ómicron nos devuelven a los temores de 2020
Más aún cuando no sabemos si la variante de la variante puede ser más peligrosa además de más contagiosa.
Por ello los departamentos ocupados del talento y los flujos de trabajo debe preguntarse: ¿basta sólo con mandar a la gente a casa para detener la cadena de transmisión? ¿Y si los enfermos son más sintomáticos o, de nuevo, de severos a graves? ¿Debemos evaluar una plantilla de colaboradores “de repuesto”?
Es claro que la mayoría de las empresas no puede permitirse esta consideración y, sin embargo, el estudio de ADP “Outsourcing redefinido de RR.HH.: Opciones de gestión de personas”, la externalización proporciona un 45% más de tiempo libre en la empresa, y aumenta el enfoque en la estrategia, potenciando el flujo de caja.
Además de ello, la externalización reduce el costo operativo, las fallas en los procesos y, minimiza los riesgos laborales.
¿Outsourcing para pandemias?
Quizás sea pronto para hablar de que la variante Ómicron y sus variaanntes generarán una nueva campaña de era, con los mismos o mayores desafíos para las organizaciones.
Por estas razones, ADP señala que el outsourcing ha sido parte de la agenda ejecutiva de las empresas, especialmente durante este período delicado y desafiante.
Quizás la era del Covid no sea sucedida por una “era Ómicron”. Pero ya se nos ha advertido que no puede descartarse otra pandemia y, frente a ello, estas soon algunas de las acciones beneficiadas por la extenalización:
- Actualización legal: otorga la certeza de que los cambios legales y otras actualizaciones se reflejarán en la nómina.
- Liberación de flujo de caja: reducción de costos fijos y sin necesidad de provisión.
- Externalización de riesgos: la empresa externa asume la responsabilidad del procesamiento de la nómina y también de la disponibilidad del sistema.
- Reducción de la ineficiencia: reemplazo de procesos manuales sin valor agregado, por automatización y un Centro de Servicios Compartidos.
- Información para la toma de decisiones: informes asertivos y en tiempo real, generados con datos actualizados, estandarizados según las necesidades de su empresa.
- Trabajo remoto para Recursos Humanos y Líderes: los flujos de aprobación en los flujos de trabajo en línea a través de la solución SaaS, a la que se puede acceder desde cualquier lugar y en cualquier momento con niveles de seguridad máximos.