Pese a una mayor diversidad, los hispanos lidian con la forma de destacar como lĂderes de TI, en una cultura aĂşn dominada por hombres blancos.
Por Beth Stackpole
Original de IDGNS
Al crecer en el barrio de San Antonio, Texas, y luego asistir a una escuela privada con una beca, Jesse Carrillo se volviĂł experto desde el principio en tocar para una multitud diversa.
Carrillo, inclinado a la tecnologĂa, no encajaba exactamente con las pandillas rudas de su paĂs.
Sin embargo, en la escuela, se destacĂł de la poblaciĂłn estudiantil adinerada – en su mayorĂa blanca – como uno de los pocos latinos.
En lugar de identificarse con un grupo sobre el otro, Carrillo hizo lo que harĂa cualquier niño ingenioso: aprendiĂł a adaptarse rápidamente a diferentes expectativas y culturas.
Este rasgo de carácter se convirtió en un salvavidas para toda la vida: evitó que lo acosaran cuando era niño en las calles y, luego, lo empoderó para emprender una carrera en la industria de TI, predominantemente blanca, en la cua se desempeña ahora como CIO.
“AprendĂ a adaptarme y hacerme amigo de diferentes grupos: desde pandilleros hasta deportistas y personas de la banda a travĂ©s de una personalidad que era accesible y Ăştil. La necesidad de adaptarme a los flujos y reflujos y ser social fue enorme. Nunca habrĂa sobrevivido si no hubiera entendido la perspectiva de los demás”, explicĂł Carrillo, vicepresidente senior y CIO de Hines, una firma de inversiĂłn, desarrollo y administraciĂłn de bienes raĂces“.
Carrillo, como tantas otras personas de diversos orĂgenes y etnias, ha tenido que hacer un esfuerzo adicional para dejar su huella entre los lĂderes de TI.
Se ha opuesto a las nociones preconcebidas para que se escuche su voz y los comportamientos culturales refinados que lo distinguen de la corriente principal.
Se ha convertido en el libro de jugadas de referencia para las minorĂas que buscan ascender en la escalera corporativa del sector de tecnologĂa.
Los esfuerzos intensificados de diversidad e inclusiĂłn (D&I) han movido un poco la aguja, pero aĂşn queda mucho por hacer para cambiar la faz de los s lĂderes de TI de una industria que está notoriamente dominada por hombres blancos.
Según el censo de EE. UU., las mujeres ocupan una cuarta parte de los trabajos de operaciones informáticas, mientras que los negros y los hispanos están, incluso, menos representados con un 7,3% y un 6%, respectivamente.
Esto pese a que los hispanos, en particular, representaron:
- Aproximadamente el 18% de la poblaciĂłn general de EE.UU.
- En 2019, representaban el 17% de la fuerza laboral y solo el 4% de la suite ejecutiva.
- Actualmente, el S&P 500 cuenta con 16 directores ejecutivos hispanos entre sus filas.
Con escasa representaciĂłn en la cima, es difĂcil para los hispanos emergentes romper barreras asĂ como las ideas preconcebidas de que no tienen las calificaciones o el pedigrĂ correctos. O que, simplemente, tuvieron un golpe de suerte.
“Por lo general, se nos ve como un grupo de la industria de servicios: los latinos se dedican a la jardinerĂa, la construcciĂłn o la ingenierĂa administrativa. Si ve a un latino en TI, se asume que es una persona de la mesa de ayuda o de infraestructura, no un programador o gerente de programas. Y no tiene potencial de administraciĂłn de alto nivel. Pero no puedes dejarte encasillar”, destacĂł Carrillo.
Destaca, pero encaja
Para los candidatos de minorĂas que compiten por una rampa de acceso a la vĂa rápida de TI, la mejor manera de evitar ser encasillados es romper las normas simultáneamente mientras se integran.Â
La historia de los orĂgenes de Hernando Celada, nacido en Colombia de una madre soltera y un padre biolĂłgico que nunca conociĂł, probablemente no tenga mucho en comĂşn con los de sus compañeros de nivel C.Â
Sin embargo, ese comienzo difĂcil y el estĂmulo de su madre para crear su propio destino inspiraron a Celada a no dejar que sus antecedentes poco convencionales se interpusieran en el camino del Ă©xito.
“Mi madre no me limitĂł ni me dijo que no podĂa lograr ciertas cosas porque crecĂ en tales condiciones. Ella dijo que, al final del dĂa, las empresas van a contratar a la persona mejor calificada y no les importa que estĂ©s deprimido por las condiciones en las que creciste o si te levantaste por tus propios medios y descubriste cĂłmo hacer que tu trabajo funcione con la mano que te repartieron”, explicĂł Celada, quien ahora es CIO de ChenMed, empresa que brinda atenciĂłn mĂ©dica a personas mayores. Â
Celada eligiĂł esto Ăşltimo. DespuĂ©s de la secundaria, consiguiĂł un trabajo en una fábrica, pero el trabajo agotador le hizo darse cuenta de que querĂa algo mejor. Se inscribiĂł en clases en un instituto tĂ©cnico, todavĂa trabajaba en el turno de noche de la fábrica, aprendiĂł a programar por su cuenta y consiguiĂł un empleo en una compañĂa de seguros que trabajaba en computadoras. Â
A lo largo de los años, ascendiĂł en la escalera de lĂderes de TI en varias empresas. Todo mientras cursaba una carrera de cuatro años en una escuela en lĂnea y, finalmente, obtenĂa su MBA de la Universidad de Miami.Â
Hacer un esfuerzo adicional es fundamental para destacar. Â
“No se puede decir que estoy en desventaja, pero voy a trabajar igual que todos los demás. La dura realidad es que tendrás que compensar en exceso y trabajar más duro que otra persona”, dice. Â
Por su parte, Eric Brown, gerente senior de identidad empresarial y administraciĂłn de acceso en SAIC, refiriĂł que su sĂłlida Ă©tica de trabajo y determinaciĂłn fueron fundamentales para abrirse camino en las organizaciones de TI, incluso sin un tĂtulo universitario.Â
Recuerda haber experimentado discriminaciĂłn en la mitad de su carrera cuando lo ignorado para un trabajo que fue para alguien que encajaba mejor con el molde clásico de lĂderes de TI.
“Me dijeron que yo era el ‘español’ y se suponĂa que debĂa ser un trabajador, no un pensador. Definitivamente me moldeĂł y prometĂ no ser parte de eso si tenĂa la oportunidad de estar entre los lĂderes TI de grandes equipos”, recuerda. Â
Ahora que Brown tiene un papel de liderazgo, está comprometido con la diversidad y con la comprensiĂłn de las historias personales de los miembros del equipo. TambiĂ©n ha vuelto a la escuela para obtener una titulo.Â
Licenciatura en ciberseguridad porque incluso el trabajo duro y el bootstrapping tienen sus lĂmites. Â
“Tengo toda esta experiencia, pero a este nivel, el tĂtulo marca la diferencia”, reconoce.
Lo que también marca la diferencia es ser prudente sobre la necesidad de abordar las diferencias culturales para encajar, especialmente en lo que respecta al idioma.
Carrillo de Hines trabajĂł para perder un fuerte acento mexicano y perfeccionar sus habilidades para hablar en pĂşblico mientras tomaba clases de arte y exploraba otros intereses extracurriculares que ayudaran a relacionarse mejor con sus compañeros.Â
Flor LĂłpez, directora de TI de gobernanza y cumplimiento de HP, que tiene su sede en Guadalajara, dice que tiene cuidado de ser sensible a las diferencias entre las personas de ascendencia hispana y otras personas cuando trata con sus contrapartes globales.
“A los hispanos nos apasiona la forma en que abordamos las cosas. Consideramos a las personas como parte de nuestra familia y las tratamos de esa manera, lo que puede marcar la diferencia con el compromiso. Algunas personas se sienten cĂłmodas; otros sienten que estás tratando de invadirlos, pero asĂ somos nosotros”, explica.Â
LĂderes de TI en la diversidad e integraciĂłn
Gray, por su parte, aconseja a las empresas que equilibren la contrataciĂłn externa con el desarrollo de su propia gente para cultivar un banco de sucesiĂłn diverso de ejecutivos y lĂderes de TI.
“Las matemáticas no funcionan y la canalizaciĂłn no está ni cerca de donde debe estar. De lo contrario, debe contratar personal de otras empresas y, si bien eso puede ayudarlo a resolver sus propios desafĂos, no ha cambiado la poblaciĂłn general de ejecutivos en el mercado. Simplemente está cambiando a las personas de un asiento a otro”, señala.
Alejandro Reyes, director digital de operaciones inteligentes de AES, se considera afortunado de que la compañĂa elĂ©ctrica para la que trabaja tenga un CEO venezolano, ya que Ă©l naciĂł y se criĂł allĂ tambiĂ©n.
Compartir una identidad cultural con el principal ejecutivo de la empresa le ha proporcionado mucha inspiraciĂłn y ha dado forma a las decisiones tomadas a medida que traza su propio desarrollo y avance profesional.
“Veo la forma en que ha evolucionado y aprendido el idioma realmente bien, cosas que pueden ser menores, pero que son importantes si uno es el lĂder. Te dice un poco sobre la cultura, pero me anima. Demuestra que realmente puede suceder”, afirma.
LĂłpez, de HP, que trabaja en MĂ©xico, se esfuerza por defender y orientar a las nuevas empresas, en particular a las mujeres hispanas que, segĂşn ella, tienen poco o ningĂşn modelo a seguir como lĂderes de TI en el mundo de la tecnologĂa.
Como parte de su deseo de marcar la diferencia, LĂłpez desempeña un papel fundamental en la orquestaciĂłn del compromiso STEM de HP con las universidades locales, a menudo lleva a cabo charlas informales para presentarles a las niñas STEM en la escuela secundaria y primaria, y sirve como modelo a seguir habiendo obtenido un tĂtulo de directora junto con una maestrĂa en digital, todo mientras lo equilibra con la maternidad.
“Poner ante ellos historias de Ă©xito y llevarles modelos a seguir demuestra que pueden tomar un camino similar y seguir sus sueños. De esa manera, se interesan en el campo y comienzan a preguntarse, ‘ÂżQuĂ© necesito aprender para llegar allĂ?’”, explica.
Instinto gregario e Identidad
Alinearse con organizaciones orientadas a D&I y aprovechar la tutorĂa fue esencial para Miguel DĂaz a la hora de forjar su carrera en TI.
Señala que unirse a la Sociedad de Ingenieros Profesionales Hispanos (SHPE) durante la universidad ayudó a dar forma a sus primeras opciones profesionales, incluida la apertura de puertas a programas cooperativos en empresas de renombre como Walt Disney World.
“Buscaba unirme a organizaciones o realizar actividades que me convenĂan como persona y donde pudiera conocer gente como yo, ya fuera jugar al fĂştbol o unirme a SHPE”, dice DĂaz, ahora gerente senior de productos de sistemas de operaciones comerciales en Pegasystems.
Por encima de todo, la educaciĂłn es fundamental, pero las organizaciones de TI deben estar abiertas para buscar candidatos diversos en grupos no tradicionales, como escuelas tĂ©cnicas, o buscar aspirantes que perfeccionen sus habilidades tecnolĂłgicas a travĂ©s de certificaciones y capacitaciĂłn en lĂnea.
“Los CIO tienen que cambiar su forma de pensar y no solo buscar ese tĂtulo de Michigan State o Georgia Tech. Eso no permite a un grupo completo de personas que tienen mucho talento para llevar a la mesa”, dice Frank DeArmas, CIO global y ejecutivo de operaciones de WorkforceLogIQ, un proveedor de software de gestiĂłn de la fuerza laboral.
DeArmas, quien es originario de Cuba, sostiene que cualquier latino que llegue a un puesto de SVP o superior tiene la responsabilidad de volver a la comunidad y ayudar a otros.
Forjar asociaciones con universidades, crear pasantĂas y ayudar a los niños de la comunidad a encontrar la capacitaciĂłn adecuada es parte de la labor de lis lĂderes de TI asegurarse de que todos tengan la oportunidad de aportar su propia herencia y activos diversos.
En medio del delicado acto de equilibrio de mezclarse y destacarse, DeArmas dice que es importante permanecer fiel a uno mismo.
DeArmas relata una ocasiĂłn en la que se presentĂł ante una junta directiva en un banco donde era CIO y, aunque todo saliĂł bien, se burlĂł de Ă©l por llevar lo que ellos consideraban un traje y una camisa no convencionales.
“TenĂa que pensar realmente en lo que querĂa hacer: ser fiel a mĂ o encajar y ser otro de los chicos. ElegĂ ser fiel a mĂ. A veces me golpeo la cabeza contra la pared, pero finalmente la gente llega a valorarte por lo que eres”, dice.