Si se confirman los resultados de pruebas recientes, el Li Fi podría avanzar para sustituir al Wi Fi como estándar de conexiones veloces.
CIO AMÉRICA LATINA | Por Elibeth Eduardo | @ely_e
De más está decirlo: solemos hablar de “años luz” para referirnos a grandes distancias recorridas a gran velocidad.
Y las palabras claves aquí son “luz” y “velocidad” porque son los atributos que nos hacen soñar con el éxito de Li Fi, el protocolo de conexión a internet de banda ancha que (literalmente) corre EN la luz y que, por ello, logra conexiones hasta 100 veces más rápidas que el Wi Fi.
¿Y qué estamos esperando para tenerlo (como la luz) por todas partes? No es tan fácil porque hay que resolver problemas de luz y sombra, paredes y muros; interiores y exteriores que han sido auténticos desafíos.
Hasta ahora. Una reciente investigación publicada refiere como el uso de rayos infrarrojos podría resolver el problema de tener la luz encendida en forma permanente.
Tradicionalmente, para usar la luz como medio de transmisión de datos o Li Fi, se utilizan focos con moduladores y un fotodiodo receptor que tendría que estar en todos los dispositivos que deseemos enlazar en esta conexión.
La opción Tesla
Pero en la reciente prueba realizada en la Universidad de Eindhoven (Países Bajos) por la investigadora Joanne Oh sustituye las bombillas por rayos infrarrojos, utilizando antenitas capaces de transmitir esta señal.
Durante las pruebas de laboratorio lograron obtener conexiones de hasta 42,8 Gbps a un máximo de 2,5 metros de distancia, lo cual aún es extremadamente poco con respecto a los 224 Gbps que – en teoría – se pueden obtener.
La buena noticia es que este es, sin duda, un avance gigantesco ante lo que ofrece actualmente el WiFi. Los rayos infrarrojos son inofensivos para el ser humano y estas pequeñas antenas podrían abaratar sustancialmente los costos de infraestructura ya que es posible ponerlas en techo y paredes (una de las criptonitas del Li Fi), conectar a la fibra óptica a una de ellas y, con ello, tendríamos nuestra propia red.
Además, se puede configurar cada antena para trasmitir en distintas longitudes de onda y ángulos, por lo que no habría problemas de interferencia ni fallas de conexión para nuestros diferentes dispositivos.
Conexión Verde
Además de la ironía de que esté sistema estaría resucitando uno de los primeros mecanismos de transferencia de datos que tuvieron los móviles y que terminó siendo desplazado por el Bluetooth y el Wi Fi, estas antenas tendría otras ventajas como mecanismo de conexión:
- Energía. El bajo consumo que requerirían estas antenas haría innecesario los cables de alimentación adicional: todo se haría a través de la fibra óptica.
- Nada invasivo. Las antenas propuestas por la investigación de Oh transmitirían en una longitud de onda de 1.500 nanómetros. Es decir, estos rayos infrarrojos serían imperceptibles para el ojo humano.
- Sin congestión. Como se pueden agregar tanta antenas como se prefiera, estas redes evitarían la saturación y transmisiones congestionadas.
¿Y qué falta para que empiecen a producir? Pese a los fabulosos resultados, la seguridad de estas redes es el paso siguiente a superar en el laboratorio así que quizás haya que esperar hasta después del 2021 para tener dispositivos compatibles.
Esperemos que sean bastante menos pues ya los celulares tenían adaptadores. Debe quedar algún armatoste de esos en algún lado. ¿Motorola o Blackberry quizás?
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