El advenimiento del Internet, la disponibilidad más frecuente de la tecnología digital y los medios de información han incentivado el desarrollo y el avance tecnológico. En medio de todo esto, el código abierto ha añadido un componente especial para la generación de nuevos emprendimientos. Las implementaciones basadas en código abierto han sido una apuesta arriesgada, porque siendo dependiente tecnológicamente, el mercado está dominado por las corporaciones que desarrollan software propietario. Sin embargo, de a poco, cada vez más se opta por el código abierto, ya que es una oferta interesante en función de disponibilidad.
En ese sentido, el código abierto promueve dos asuntos importantes: el código fuente de un software está disponible para ser usado, copiado o mejorado; y no se cobran valores relacionados con licenciamiento. Así, podría afirmarse que la mejor plataforma para hacer ingeniería, tecnología e innovación en Latinoamérica, hoy por hoy, es el software libre y el código abierto.
Una de las razones más importantes para ello es la posibilidad de tener una rápida retroalimentación de funcionalidad y resolución de problemas, gracias a una comunidad de desarrolladores en todo el mundo. Lo que en términos de inversión puede y significa un alto valor a corporaciones que no comparten su código, resulta insignificante para una empresa de código abierto. La otra razón es la proliferación, disponibilidad y rapidez de las comunicaciones actuales. En tan sólo 20 años se ha multiplicado en miles la capacidad de procesamiento y almacenamiento de datos de información y existen herramientas más poderosas en términos de manejo de datos e informática. Este acceso y disponibilidad están presentando nuevas oportunidades, en términos de independencia e innovación. Sólo hay que verlas y aprovecharlas.
El caso de PaloSanto Solutions
PaloSanto Solutions es una empresa que nació bajo el efecto de la burbuja puntocom. Sus fundadores, los ecuatorianos Edgar y José Landívar, emigraron hacia USA para trabajar en HP en Palo Alto, impulsados principalmente por ese período de crecimiento que tuvieron las empresas de tecnología, las cuales demandaban infraestructura y talento humano para crear lo que en ese momento era el Internet. Después de un período de relativa estabilidad las cosas empezaron a dar un cambio inesperado, el precio en la bolsa de valores de varias empresas relacionadas al mercado cayó bruscamente. En medio de esa situación Edgar y José toman la decisión de volver a Ecuador y capitalizar esa experiencia de la mejor manera posible, creando una empresa de tecnología y desarrollo de software.
Ya en Ecuador, PaloSanto basó su línea de negocios en un mercado totalmente nuevo en Latinoamérica: las implementaciones basadas en código abierto. Con esa filosofía PaloSanto empezó a hacerse un espacio en el mercado ecuatoriano. Trece años después, Edgar participa en el parlamento nacional del Ecuador en una presentación relacionada con soberanía tecnológica y PaloSanto es un referente dentro de la comunidad de software libre y código abierto, además de haber ganado varios premios internacionales y tener cuatro oficinas regionales entre América y Europa, con un total de 100 distribuidores a nivel internacional.
¿Qué fue lo que llevó a PaloSanto a alcanzar este éxito en corto tiempo? La innovación y aunque esa aseveración no desvela ningún misterio, es la forma, los medios y la situación geográfica la que la impulsaron, pues estar en Ecuador y pertenecer a un mercado dependiente tecnológicamente plantea varios retos. El camino más fácil, seguramente, es distribuir tecnología importada o desarrollada en ultramar; emprender algo propio siempre es más riesgoso y no hay una garantía de sustentabilidad o éxito a corto plazo. La otra opción es crear tecnología, trabajar en desarrollo y adaptarse al mercado y a los clientes, en lugar de que ellos tengan que adaptarse a una solución. En ese sentido, el software libre y el código abierto son la mejor respuesta para desarrollar e innovar en países como Ecuador y Latinomaérica. Con las oportunidades que presenta, quién sabe dónde estaremos mañana.
Paul Estrella, Chairman ElastixWorld