Si observamos las PC que inundaron el pasado CES 2013 vemos que son más simples, inteligentes, fáciles de utilizar y más portables que nunca. Ni siquiera precisan ratón o teclado, no se parecen a sus predecesores y ni siquiera se les debería llamar PC. Mejor llamarles tablets, híbridos, todo-en-uno, o incluso tablet PC.
Algo curioso ha sucedido en el mundo de las PC en estos últimos diez años y resulta obvio si se mira el mercado bajo el prisma del CES. Ha sido un largo y tortuoso camino, pero las PC al final comienzan a buscar la simplicidad de cualquier otro gadget.
Microsoft es en buena parte responsable de este movimiento, con su versátil Windows 8, que corre en todos los equipos tradicionales, además de en tablets o en portátiles híbridos. Seguro que es necesario pasar una curva de aprendizaje, pero su capacidad para unificar varios tipos de dispositivos bajo un mismo el sistema operativo, abre un nuevo ecosistema multi-dispositivo.
Pero también tiene parte de culpa AMD, Intel o Nvidia, por mejorar las velocidades de CPU, los gráficos y la vida útil de la batería, toda sin sacrificar el rendimiento, en el altar de la facilidad de uso. Y los fabricantes mismos de PC también están yendo en esta dirección, con diseños más fáciles de utilizar, más delgados y con baterías que duran toda una jornada.
La industria de la PC intenta hacer productos más sencillos, fáciles de utilizar, en una estrategia que imita a la industria de electrónica de consumo. En los dos últimos años, sin embargo, las PC han creado su propia estética, avanzando en simplicidad, pero aprovechando las capacidades de los modernos componentes, de la nube y del mejor software.
El negocio de la PC ha superado al clásico usuario empresarial, añadiendo funcionalidad y más usabilidad que nunca. Las PC ya no son PC, en sentido tradicional. Este año, como Windows encuentre su camino hacia las tablets, los híbridos y los equipos todo en uno, la PC volverá a ser un segmento fuerte y seguirá estando en forma.
James Niccolai, PC WORLD EE.UU.