La carrera por hacer todo móvil ha generado nuevas formas de hacer negocios, nuevas formas de organizarse y de comunicarse, pero las aplicaciones móviles no son las aplicaciones para el mainframe, el escritorio o la laptop.
No, las aplicaciones móviles existen en un mundo en el que sólo la red que transporta desde lo excelente hasta lo no existente (lo que lleva a todo tipo de complejidades), pero también el brillo y brío de las aplicaciones móviles líderes ha creado expectativas en los usuarios de que, si se aventurara una respuesta, son de una orden o dos de magnitud más grandes que las empresas están acostumbradas a ofrecer.
El problema de las expectativas aún más amplia de los usuarios de las aplicaciones móviles es mucha culpa de Apple. Si sólo Steve Jobs no hubiera sido tan obsesivo con el diseño y la ejecución perfecta, todos los departamentos de aplicaciones móviles la tendrían más fácil. Pero no, durante la gestión de Jobs en Apple se produjo el iPhone, el iPad y iOS, y junto con esas plataformas la idea de que las aplicaciones deberían ser ingeniosas, elegantes, que respondan y bonitas se volvió la norma.
Si usted duda que los usuarios se sientan así, considera una encuesta recientemente hecha: la Revisión de Aplicaciones Móviles 2012 de Apigee, una compañía que ofrece servicios basados en IP para apoyar las aplicaciones móviles. Esta encuesta (realizada en línea este octubre pasado) a más de 500 usuarios de aplicaciones móviles en Estados Unidos mayores de 18 años, reveló algunas estadísticas interesantes.
Primero que nada, 44 por ciento de los encuetados dijeron que un pobre desempeño los haría eliminar un aplicación de inmediato. Además, 18 por ciento de ellos admitió eliminaría una aplicación móvil si se congelara durante 5 segundos. Reflexione en esto. Cinco segundos en el mejor de los casos, de inmediato en el peor.
Lo que resulta interesante sobre esta baja tolerancia es que la aplicación podría estar tratando de retomar datos desde un servidor remoto lento sobre una red lenta, pero si la aplicación pareciera no responder, los usuarios inmediatamente pensarían que está fallando. Las aplicaciones necesitan construirse para lidiar con los usuarios cuya paciencia se ha reducido de minutos de finales de los noventa a segundos en la primera década del nuevo milenio, y ahora a milisegundos en la segunda década.
La encuesta también reveló que entre las mayores molestias se encuentran los casos en que las aplicaciones se congelan (76%), se colapsan (71%) o responden muy lentamente (59%), así como un alto consumo de la batería (55%).
Asimismo, reveló también que la forma en que el productor de la aplicación responda hará una gran diferencia en cómo se sientan los usuarios respecto a una aplicación problemática. Casi 90% dijo que el factor número uno que los hace sentir mejor sobre una aplicación defectuosa es si el productor soluciona rápidamente el problema con 46% que quiere respuestas personales y 21% que quiere una disculpa pública.
Así, cuando usted por liberar su próxima aplicación móvil para su empresa, ya sea que la haya desarrollado en casa, hecha a la medida, o sea un producto comercial, cuide mucho cómo se presenta, se siente, se comunica y cómo podría fallar dicha aplicación, y cómo manejará usted los problemas si algo sale mal. Usted le “gustará” a cien por ciento de los usuarios por tomar las decisiones correctas.