LIDERES LATINOAMERICANOS
Dr. Hector Luis Yrimia – Presidente de la Fundación Daccsi
Existe una vieja teoría que había elaborado un pavo, la cual decía que el ser humano era su mejor amigo, ya que lo cuidaba, lo alimentaba y lo trataba bien. Hasta que un día llegó el día de Acción de Gracias y el pavo en cuestión, tuvo un cambio abrupto en la percepción que tenía del ser humano.
En América Latina en general y en Argentina en particular, ocurre lo mismo que la teoría del pavo de Russell con la seguridad física de los ciudadanos.
El planeta ha evolucionado, vivimos en la economía del conocimiento y las viejas teorías sobre seguridad han quedado aisladas en un mundo caracterizado por la alta sofisticación del mundo criminal.
La provincia de Buenos Aires en Argentina, es un caso paradigmático y ejemplar para toda la región, por un lado están quienes piensan que a la violencia desmedida se responde con una fuerza similar y opuesta que provoca un espiral que envuelve a toda la sociedad en un estado de indefensión y paranoia colectiva.
Por otro lado están los que pretenden convertir la tragedia de la muerte en una mera estadística cuando la sumatoria de echos violentos supera los límites de la paciencia de la sociedad.
Es claro que no es una cuestión de enfoque político, la seguridad es una cuestión de autoridad, de conocimiento y fundamentalmente talento aplicado a la prevención del delito, evitando al máximo los enfrentamientos armados para salvaguardar el mayor número de vidas. Es necesario actuar antes que los delincuentes actúen y neutralizarlos de forma efectiva.
Nuestro análisis nos lleva a directamente al uso intensivo de tecnología de última generación que permita multiplicar por tres o por cuatro la capacidad operativa de cada efectivo policial. Es necesario provocar una saturación tecnológica tal, que permita cubrir todo el territorio y reconvertir a la fuerza en un equipo competitivo dentro de los desafíos del siglo XXI.
Es incoherente que una fuerza que tiene la misma estructura que hace 30 años, pueda brindar el mismo nivel de seguridad con un número sustancialmente mayor de ciudadanos a proteger.
Las policías más modernas del mundo han entendido este concepto, hay ciudades cubiertas por cámaras que filman en 360 grados y que tienen parametrizados agentes inteligentes que general alarmas ante comportamientos inusuales.
Existen patrulleros inteligentes capaces de digitalizar todo un procedimiento y enviarlo a un juzgado en tiempo real, fotos, pruebas, huellas digitales y de iris, para dinamizar la justicia y asegurar que el detenido acceda a un juez en el menor tiempo posible sin dilaciones ni trabas burocráticas.
Existen dispositivos y programas que unifican el procedimiento policiaco a nivel nacional para coordinar las distintas fuerzas y trabajar mejor en equipo, aprovechando al máximo los recursos existentes.
Existen equipos con niveles tecnológicos capaces de inmovilizar a un individuo con un pulso de ultra sonido, o seguir a una banda desde un helicóptero no tripulado en la oscuridad de la noche, con cámaras infrarrojas.
Es necesario conformar un equipo multidisciplinario capaz de conjugar tecnología, seguridad y derecho para recuperar la iniciativa de seguridad y brindar a los ciudadanos la tranquilidad que merecen para vivir en paz.
No es necesario ser mas violento para solucionar el problema de seguridad, esta opción tiene un grado de inocencia victoriana, con utilizar la inteligencia humana y la tecnología para exponenciar el talento de los buenos policías, los cambios se podrán percibir en la sociedad.
Utilizando tecnología de última generación, casos como el ocurrido en Buenos Aires, que resultaba imposible encontrar un auto volcado a la vera del camino, no hubiese alcanzado el nivel de ineficiencia que tuvo en vilo a toda la sociedad.
Desde la Fundación Daccsi contamos con el plan, el conocimiento y la capacidad operativa de asesorar a gobiernos para mejorar la vida y la seguridad de los habitantes y comunicar correctamente al ciudadano el estado de la seguridad que tanto lo preocupa.