Si la historia personal es el mejor predictor del comportamiento futuro, como piensan la mayoría de los psicólogos, el regreso de Donald Trump a la casa Blanca dejará su huella en América Latina.
Sin embargo, el pasado no se cura y su mayoría en el Congreso y las cortes no lo exime de encarar situaciones que no existían cuando abandonó el cargo. ¿Cómo el mundo de hoy puede medir y controlar sus acciones en la política internacional?
Aunque sacó menos votos generales que en 2.020, el triunfo de Donald Trump en 2.024 le devolvió el control del Congreso, le dio esta vez la victoria del voto popular y dejó el mapa estadounidense casi totalmente rojo.
Es por ello que los votantes esperan que el nuevo presidente cumpla con sus promesas, tal como el ha dicho que lo hará.
Pero el mundo no es el mismo que era cuando Trump dejó la presidencia en 2020 y, ahora si, él no podrá reelegirse. Esto, en principio, debería significar que actúe más para asegurarse un legado perdurable que para satisfacer promesas populistas.
Pero, nadie sabe lo que significa la expresión “legado perdurable” para el voluble y volátil Donald Trump. Y hay que recordar que la más conocida maldición china (“Conseguirás todo lo que quieras”), encierra una advertencia: ten cuidado con lo que quieras. Puede ser que lo consigas.
América Latina, en general, y México, en particular, quedan en el centro de algunos de los lemas de campaña del hoy Presidente electo estadounidense, Donald Trump.
Esto, ¿es bueno o es malo? Veamos algunas interrogantes que la industria tecnológica de la región debe hacerse con respecto al regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
El peso de Elon Musk
Aun no se han hecho anunció de como quedará el gabinete del nuevo gobierno y, por tanto, no se sabe Elon Musk formará parte del mismo.
Pero el empresario sudafricano ya ha logrado contagiar de su simpatía por las criptomonedas, en especial el Bitcoin a parte de la nueva administración.
¿Podría un impulso abierto a las criptomonedas debilitar a la moneda estadounidense o debilitar algunos otros intereses como las guerras contra el terrorismo y narcotráfico?
Sin preguntas que aún están por verse y que exceden, largamente, tanto el poder de Musk como el de Trump.
De momento, el alza del mercado favorece a muchos pequeños inversionistas en América Latina, incluyendo al de El Salvador.
El presidente Bukele, por tanto, ya tiene algo que agradecer al llamado Efecto Trump.
El complejo caso de Tesla
Más allá de lo que algunos analistas han llamado la cripto-utopía, hay que recordar que Trump y Musk podrían tener intereses no coincidentes.
Por ejemplo, la abierta animadversión del presidente electo por los autos eléctricos parece un contradicción a los intereses del dueño de Tesla. Pero, al parecer, esto es solo apariencia.
Un reporte de CNN señala que, los actuales subsidios para la producción de autos eléctricos, apoyan a la competencia del empresario sudafricano. Esto parece ser cierto ya que el propio Musk ha expresado sus deseos de que sean suprimidos.
Lo que si se sabe es que Tela y su dueño podrían quedar en e medio del fuego cruzado entre China y Estados Unidos en una guerra comercial qué hasta los mercados asiáticos ya han asumido que será dura.
¿Podrá Musk lograr que los tiros no lo afecten? Lo que el logre impactará la siguiente interrogante en nuestro análisis.
Aranceles: México vs. China
En el reporte de la BBC: “Siete cosas que Trump dice que hará como presidente” destacan dos cosas:
- La elección de palabras: “decir que hará” no equivale a hacer. La insinuación está lejos de ser casual.
- Las medidas económicas, fiscales y arancelarias ocupan el segundo lugar de la lista.
En este sentido, aunque el Presidente electo haya señalado que colocará una arancel de 100% a la producción mexicana, los reportes señalan que estos podrían ser del 10%.
La diferencia no es pequeña. Tampoco el impacto de uno y otro. En contraste, Trump ha señalado que llevará los aranceles de productos que vienen de China hasta un 60%.
La mayoría de los analistas estima que no podrá llegar tan lejos con China. Con México, el asunto es distinto aunque igual de complejo.
Hoy como ayer, el discurso de Trump se ha centrado a que las empresas estadounidenses regresen a suelo local.
Esto afecta tanto a China, a buena parte del sudeste asiático pero, también, a su vecino directo.
Así que la política arancelaria intenta que la producción de productos estadounidenses fuera del territorio estadounidense no sea una opción.
Sin embargo, ¿hay alguna excepción que modifique el principio de esta estrategia?
¿Efecto NVIDIA?
Todavía se está calibrando que tanto afectarán los nuevos aranceles a la economía de los países penados. Ello podría impulsar un mayor movimiento migratorio, contrario a los intereses de Trump.
Volviendo a los aranceles, debemos preguntarnos ¿qué pasa cuando, al menos una de esas plantas extraterritoriales favorece a Occidente y perjudica a China?
El anterior período de Trump estuvo marcado por el conflicto comercial con China y su impacto particular en la cadena de suministro de los semiconductores.
No se espera que este cambie. Pero, en el caso dela megaplanta de Foxconn para NVIDIA en México, ¿podría influir en la decisión de Trump?
La planta aun no existe y Foxconn no es una empresa estadounidense. Pero la existencia de esta instalación, se espera, reducirá la dependencia de Occidente de los semiconductores asiáticos.
Entonces, ¿conviene penalizarla, aunque NVIDIA sea estadounidense? ¿No es mas conveniente fortalecer la posición de esta empresa en el mercado, aunque la planta no esté en territorio estadounidense?
Sin duda, las respuestas a estas preguntas serán cruciales para la relación México-Estados Unidos.
Pero el impacto negativo que tal instalación podría tener sobre China y a favor de la economía taiwanesa quizás logre desafiar la doctrina Trump.
Se abren las apuestas.