Decir que este milenio comenzó con el siglo de aprender en el trabajo, para la vida, permanente o continuo se veía como una exageración. Ya no.
Por: Laszlo Beke
Presidente de la Junta Directiva de Beke Santos
Aprender en el trabajo es hoy más importante que nunca. Las exigencias del trabajo híbrido obligan a las empresas a buscar nuevas formas de construir las habilidades que se requieren para ser exitosos.
Aun cuando comience el lento proceso de regreso a las oficinas, no habrá un retorno al entrenamiento masivo.
En el trabajo híbrido, el desarrollo efectivo del personal debe ser
- Digital
- Digerible
- Y personalizado
Invertir en desarrollar habilidades para ayudar a cualquier empleado es clave para mantenerse al día con los constantes cambios tecnológicos que están transformando todos los sectores de la economía, así como para crear una fuerza de trabajo más ágil y equitativa.
En este ambiente híbrido, los empleados están buscando formas de desarrollar sus habilidades y carreras para lograr triunfar en ese panorama cambiante.
Los líderes quieren comprometer y retener a sus equipos, independientemente de donde estén basados.
Por su lado, las empresas están buscando avanzar en la digitalización y apoyarse en la fuerza de trabajo para lograrlo.
El trabajo híbrido exige que las empresas encuentren nuevas formas de ayudar a sus empleados a desarrollar las habilidades que se requieren para lograr los objetivos.
Trabajadores del Conocimiento
Aprendizaje en el Trabajo siempre ha sido un impulsor del éxito tanto de empleados como de organizaciones.
En las encuestas recientes, más del 70% de los trabajadores del conocimiento comentan que disponer de más oportunidades de aprendizaje en el trabajo los hace más productivos y los vincula con su labor.
Proveer oportunidades educacionales también genera lealtad:
En las encuestas 67% indican que es más probable que se queden en una empresa que ha invertido en aprendizaje continuo.
Las tendencias actuales apuntan a que los empleados deben desarrollar tanto habilidades duras como blandas.
McKinsey estima que para el año 2030 hasta 375 millones de personas podrían necesitar desarrollar habilidades para adaptarse a la transformación tecnológica.
Las empresas para ser exitosas y evitar la desactualización de su personal deben invertir en el desarrollo de su fuerza de trabajo.
Actualmente, de acuerdo al 60% de los trabajadores del conocimiento, las encuestas indican que lo ha ocurrido – exactamente – lo opuesto.
Principios para el desarrollo efectivo de los empleados
Para lograr efectividad en esta área las empresas necesitan re-imaginar la forma en que enfocan el desarrollo del empleado.
En el pasado, el aprendizaje típicamente consistía en la dedicación de múltiples días en una sala escuchando a expositores y viendo presentaciones.
La educación por Internet existía, pero era un elemento de baja prioridad. Con la velocidad de la transformación digital, las empresas han tenido que repensar y perfeccionar cómo entregar educación en el espacio digital.
Entre la estrategias que se han determinado como las más efectivas se incluyen:
1. Ofrecer la educación en mini-instancias
Las personas procesan mejor la información cuando la reciben en porciones digeribles.
75% de los empleados prefieren aprender en el trabajo en espacios de tiempo corto a lo largo del día, en lugar de entrenamientos formales.
2. Habilitar la experiencia práctica
Con la velocidad de cambio de la tecnología, aprender todas las habilidades que se necesitarán en la próxima década parece una tarea abrumadora e imposible.
Retener una montaña de información sin ponerla en práctica luce muy difícil.
Por ello es importante enseñar las pocas habilidades críticas que requieren hoy y proveer las oportunidades para que las puedan practicar.
Esto hace el aprendizaje más manejable y ayuda a retener la información.
3. Hacer asequible el contenido
Para mantener a los empleados involucrados y motivados, la información debe ser entregada a través de relatos, en lugar de contenido estático.
El uso de lenguaje inclusivo hace que todos se sientan partícipes y la enseñanza de habilidades debe ser personalizada tanto al rol del individuo como sobre la base de conocimientos existentes.
4. Reconocer el progreso
Encontrar formas para demostrar las habilidades adquiridas es motivador para los empleados y provechoso para los líderes.
Esto puede hacerse en la forma de un certificado o con una experiencia gamificada en la cual la persona pueda ganar puntos o subir de nivel.
5. Realzar la importancia del equipo
Las personas aprenden mejor cuando aprenden en equipo.
Esto significa conectar los empleados a través de roles compartidos – como mercadeo o ventas – en un base común de habilidades e, incluso, conectado a personas con mentores que les faciliten el avance de sus carreras.
¿El futuro? Exacto: aprender en el trabajo
El desarrollo del personal no está relacionado solamente con productividad, también debe incluir la construcción de una fuerza de trabajo equitativa.
Respondiendo a la velocidad de la transformación digital, las empresas deben enseñar a sus trabajadores del conocimiento nuevas tecnologías y procesos de negocios.
De hecho, los empleadores cada vez más están buscando formas de re-entrenar trabajadores, con la intención de proveerles oportunidades.
Esta focalización no sólo le crea a la empresa la agilidad de responder a nuevos roles sino que, además, promueve diversidad e inclusión.
Como ejemplo, un importante banco africano ha invertido en proveer habilidades a cada empleado – desde recepcionistas hasta vicepresidentes – con el fin de apoyar el esfuerzo de convertirse en una empresa primero-digital.
Este enfoque educativo de base amplia le ha permitido a la empresa mayor velocidad en su transformación digital y ha creado para sus trabajadores rutas para el crecimiento de sus carreras.
Una empresa de tratamiento de residuos está tomando pasos para enseñar habilidades a sus obreros sanitarios. Su visión es que estos trabajadores puedan convertirse en desarrolladores o en personal de servicio al cliente.