Aunque el Bitcoin no es la única criptomoneda, el informe de Netskope indica que su volatilidad la ha hecho la favorita de los ciberdelincuentes.
Cada día son más los gobiernos que estudian las ventajas de las criptomonedas y monedas digitales para sus economías. No obstante, éstas iniciativas también intentan ponerle coto al cibercrimen.
Y es que, al igual que el efectivo (de hecho, lo es) las criptomonedas son prácticamente imposibles de rastrear. No sorprende que sean populares en la Darknet como concluye el mas reciente Informe de seguridad en la Red de Netskope.
Son conclusiones hacen sudar a los traders y, probablemente, tengan razón. Después de todo, nadie acusa a los gobiernos porque el hampa prefiera el efectivo. En cambio, las criptomonedas son vistas como un arma de los Enemigos Públicos Número 1 del mundo actual.
Algunas de las razones que Netskope identifica para esta preferencia por las criptomonedas serían:
- Su anonimato
- Facilidad de uso
- Ausencia de fronteras y
- Bajas restricciones internacionales
Eso sin contar la ventaja financiera que supone la escalada ciclica del valor del Bitcoin, por ejemplo, en el mercado y que cada día atrae a más “inversionistas” a este criptoactivos.
De preferencia
El bitcoin es la moneda preferida de los ciberdelincuentes y las demandas de ataques de ransomware suelen solicitarse en dicha divisa.
En este sentido, un informe de Europol realizado en 2015 refleja el uso del bitcoin en más 40% de las transacciones ilícitas en la Unión Europea.
- El motivo de tan alto manejo puede ser el hecho de que las direcciones de bitcoin registradas en la blockchain no están asociadas a determinados individuos, solo el titular de la cuenta del monedero de bitcoin que recibe la transacción puede ver esta información.
- Esta falta de información ocasiona un gran dolor de cabeza a las autoridades, al resultarles muy complicado seguir las conexiones y pistas de los delincuentes, quienes casi tienen vía libre para financiar, gestionar y organizar sus actividades fácilmente.
El informe de Netskope señala que, en vista del incremento de Amenazas, gobiernos e industrias (digitales y tradicionales) están trabajando con recursos tecnológicos para tratar de reducir la “seguridad” actual que las criptomonedas le brindan a la delincuencia, digital o no.
“Hemos visto algunos ejemplos muy buenos en los que la industria de la ciberseguridad está trabajando para hacer frente a esta amenaza a un nivel macro y sistémico, pero esto por sí solo no la erradicará. Al igual que los ciberdelincuentes siguen compartiendo información, coordinándose y evolucionando sus capacidades, también deben hacerlo la industria privada y el gobierno”, señaló Alain Karioty, Regional Director de Netskope para Latamope Iberia.
Para el ejecutivo, las relaciones más profundas entre el gobierno y la industria deben seguir creciendo y evolucionando con el apoyo, la investigación y los avances de las industrias de la ciberseguridad y la tecnología, trabajando de la mano para lograr resultados que combatan las prácticas delincuenciales y mantengan seguro el entorno fintech.