El cloud computing o la nube ha demostrado ser una tecnología habilitadora que permite desarrollar una arquitectura que mejora la rentabilidad.
Jhon Arias destaca que adoptar dicha tecnología no equivale a mover todo. Por el contrario: toca decidir qué y cómo usarla para habilitar valor competitivo.
Visto en retrospectiva, es difícil visualizar cómo el mundo hubiese podido seguir funcionando durante la pandemia de Covid-19 sin el cloud computing.
No se trata solo de la tecnología de nube: detrás de ella hay todo un ecosistemas de conectividad e Infraestructura crítica que permite que ofrezca la flexibilidad que permitió al mundo seguir funcionado entonces.
Pese a ello, durante su intervención en las III Jornadas de The Standard CIO, el Associate Director y Customer Technology Advisor de Kyndryl México, Jhon Arias, advirtió sobre la migración compulsiva.
Dedicadas a evaluar las Tendencias que definen el futuro de la computación en la nube, el evento trazó una visión integral sobre los desafíos de adopción cloud que enfrentan los CIOs en América Latina.
Arias, en particular, enfatizó que la nube ya no es una decisión técnica sino estratégica en las organizaciones.
¿Qué significa esto? Pues que su correcta implementación depende de un diseño deliberado y contextual, que responda a las necesidades urgentes y especificar del negocio.
“La nube no es para todos ni para todo. Hay que establecer qué proceso de negocio vamos a resolver, y migrar sólo eso para que los costos no se nos disparen”, afirmó el Associate Director y Customer Technology Advisor de Kyndryl México, Jhon Arias.
Cuando la nube se hace inteligente
Entonces, ¿cómo evitar que nuestro proyecto de nube no se transforme en un fracaso?
Arias recomienda evitar migraciones masivas sin trazabilidad, priorizando las aplicaciones modernas y, sobre todo, aquellas con mayor beneficio operacional.
Para lograr esto, afirmó, la clave está en la arquitectura por olas: modelos graduales que identifican interdependencias, maximizan eficiencia y minimizan fricción.
Tal recomendación se duplica si se incorpora la variable Inteligencia Artificial (IA) en la ecuación.
Si este ea el caso, Arias fue claro: no se puede llegar a la IA sin antes estructurar una estrategia robusta de datos.
“El proceso inicia con tres etapas esenciales: descubrimiento, planificación y priorización de cargas”, precisó Jhon Arias, Associate Director y Customer Technology Advisor de Kyndryl México.
Puntualizó que las aplicaciones más modernas y fáciles de mover deben ser la prioridad, lo que permite ganar tracción operativa sin comprometer tanto la seguridad como el presupuesto.
Por ello, el especialista recomendó ejecutar tres auditorías antes de mover cualquier carga: infraestructura, aplicaciones y red.
Sin esa arquitectura de base, el machine learning pierde efectividad y la IA se convierte en una narrativa sin sustento técnico.
El diseño de estos entornos debe estar alineado a una cultura organizacional consciente de los impactos operativos, financieros y estratégicos de cada decisión.
Modernización y redes de aprendizaje como ventaja
La consolidación de entornos multinube, explicó Arias, responde a esta necesidad: evitar cargas innecesarias, optimizar el costo por carga específica y habilitar gobernanza distribuida.
El tamaño de la empresa no es limitante. Lo decisivo es la madurez estratégica y contar con socios tecnológicos confiables.
¿Por qué? Porque, entre otras cosas, el cloud no se mide por el volumen migrado, sino por la capacidad organizacional para sostener su evolución.
Frente a la aceleración tecnológica, los equipos deben estar preparados para evolucionar con sus entornos.
No basta con capacitar en herramientas: hay que formar en propósito, impacto y sostenibilidad.
En este punto, Arias sacó a relucir el concepto del “efecto Prius”: una analogía para sensibilizar a los equipos sobre el impacto directo de sus decisiones tecnológicas en la rentabilidad empresarial.
“Debemos entender que la gobernanza sin estructura convierte la nube en un entorno caótico. Por ello, lo que marca la diferencia es tener una cultura organizacional alineada al cambio”, puntualizó el Associate Director y Customer Technology Advisor de Kyndryl México, Jhon Arias.
Finalmente, aseguró el especialista, el CIO moderno debe ser arquitecto del cambio, no solo gestor de infraestructura.