Los cambios tecnológicos actuales colocan una fuerte presión sobre el talento de las organizaciones.
Mientras la academia alcanza a la tecnología, las empresas deben transformar y actualizar las competencias y destrezas de sus colaboradores.
No importa cuánto busque. Si usted está en América Latina y busca un especialista en Inteligencia Artificial agéntica, va a demorar en conseguirlo.
Y, si lo consigue, lograr que se mueva de su actual posición requerirá de incentivos que pueden ser desafiantes para su empresa.
Es por ello que conviene, más bien, desarrollar una gestión estratégica, tanto del talento como de las habilidades que necesita en él.
Para la Business Development Director en Trust Journey, Tamara Carrizo, muchas empresas están convencidas de estar llevando a cabo una transformación profunda en sus procesos y flujos de trabajo.
Sin embargo, la realidad es que están cometiendo errores invisibles que sabotean el cambio desde adentro. ¿Lo peor? Que en no pocas ocasiones, están fallas se tienen como acciones correctas.
“Invertir sin dirección lleva a resultados pobres o inexistentes. Focalizarse solo en la tecnología o en los procesos, sin una meta clara, genera desconexión con los colsboradores. Sin un norte estratégico, es casi imposible demostrar valor. O retorno”, explicó Tamara Carrizo, Business Development Director en Trust Journey.
Esos tres errores fáciles de cometer
De acuerdo a Tamara Carrizo, Business Development Director en Trust Journey, hay tres errores clave que están frenando la estrategia de habilidades en las organizaciones:
- Implementar sin tener un objetivo claro
- Querer hacerlo todo al mismo tiempo
- Y pensar que solo es un tema que le concierne al área de Recursos Humanos (RRHH)
Aunque todas estas fallas son relevantes, este últimos es esencial para alcanzar los objetivos con los que se inician los procesos de transformación.
Tal visión de estas fallas ha sido ratificado por los estudios de la campo. Uno reciente de Cornerstone y Lighthouse Research and Advisory señala que el 72% de los empleadores dice que la falta de visibilidad sobre habilidades genera costos.
Además, solo el 45% de los encuestados tiene claridad sobre las brechas de habilidades y las incorpora estratégicamente.
“Hay que empezar de apoco, aprender y escalar. Enfocarse en una o dos áreas, como movilidad interna, upskilling o reconversión. Pilotear en un equipo o unidad específica. Ir paso a paso no es ir lento, es ir con propósito”, explicó Business Development Director en Trust Journey, Tamara Carrizo.
La especialista recomienda ajustar la estrategia en base a los aprendizajes que se logren antes de escalar a toda la organización.
Capitalizar el talento
La especialista afirma que convertirse en una empresa basada en habilidades no es una moda ni una opción futura: es una necesidad presente.
Advierte que una estrategia ambiciosa, pero mal ejecutada puede ser peor que no hacer nada.
El entusiasmo inicial lleva a muchas organizaciones a querer transformar todo el modelo de talento en una sola jugada.
Por el afán de avanzar rápidamente, las empresas aplican el enfoque de habilidades a selección, desempeño, compensaciones y desarrollo. Todo a la vez.
¿Resultado? Sobrecarga y de trabajo que lleva a resultados mediocres.
Como consecuencia, se genera resistencia al cambio por fatiga o falta de claridad. Lo nuevo se percibe como más trabajo, en lugar de una solución.
Esto se agrava si se deja solo a Recursos Humanos con la implementación: e compromiso debe ser de toda la gerencia para convencer a toda la organización.
“La implementación en silos limita el impacto y genera duplicación de esfuerzos. Falta de compromiso de otras áreas produce barreras y desconexión”, puntualizó Tamara Carrizo, Business Development Director en Trust Journey.
Carrizo destaca que tal práctica lleva a perder ideas y oportunidades clave desde otras unidades del negocio.
Por ello, es vital involucrar a toda la organización desde el inicio. Así se puede obtener una estrategia bien ejecutada y sus beneficios de mayor agilidad, mejor retención de talento, mayor innovación y productividad.