¿Pueden el nearshoring y la e-migración sustituir al sueño americano? Simbólicamente, no.
Pero el desarrollo de servicios de la India contrasta con la exportación de personas que China protagoniza desde hace casi un siglo.
La geopolítica está impactando, directamente, la economía global y país a país. Sin excepciones.
La redefinición del modelo económico global vigente va a suponer importantes pulsos en los próximos meses mientras que la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca redirige los flujos migratorios hacia ese país.
Aunque, en general, los aranceles también van a afectar el tráfico de mercancías y servicios, supone una oportunidad para capitalizar el talento.
La e-migración como el nearshoring emergen como conceptos que se volverán de fundamental importancia.
América Latina debe imponerse una estrategia inteligente para capitalizar el talento que está repensando la e-migración tradicional como fuente de mejores oportunidades.
“La evolución del nearshoring hacia la e-migración ha sido, sin duda, revolucionaria. Solo en 2023, más de 2,2 millones de trabajadores remotos de Brasil, Argentina y México colaboraron con empresas globales sin salir de sus países de origen”, señal un reporte sobre el tema del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés).
No será facil. Pero países como México, Brasil y Chile han venido trabajando en convertirse en hub regionales, aunque con el mercado estadounidense como foco prioritario.
El talento como riqueza
El informe del WEF nos permite comprender cómo el nearshoring y la e-migración se encuentran conectados.
Así, el nearshoring es conceptualizado como la práctica de subcontratar trabajo a países vecinos.
Resalta que esta forma de exportación de servicios ofrece ventajas como la alineación en zonas horarias y culturales.
Sin embargo, el caso de la India es significativo. Por mas de un lustro la nación de transformó en el call center del mundo, ofreciendo servicio a países que estaban en distantes husos horarios.
¿Fue este el comienzo de la e-migración? Probablemente no. Pero contribuyó a avanzar más allá del nearshoring en ventajas como las brechas cambiarías y de contar con una población abundante.
Lo cierto es que la exportación de servicios ha dado lugar a la e-migración, permitiendo a profesionales contribuir en iniciativas globales, sin abandonar sus comunidades, dondequiera que se encuentren.
“Los gobiernos latinoamericanos adoptaron la tendencia de la e-migración desde el principio, lanzando iniciativas como la Estrategia Nacional Digital de México y la Estrategia de Transformación Digital de Brasil para apoyar a los profesionales digitales”, destacó el informe del World Economic Forum.
El reporte destaca que el resultado de esta estrategia ha sido la creación de un ecosistema próspero de ingenieros de software, altamente capacitados.
En general, este esto les ha permitido colaborar, sin problemas, con equipos en Estados Unidos.
Contra todo pronóstico
Para los analistas del Foro Económico Mundial, juntas, las tendencias del nearshoring y la e-migración están abordando algunos de los desafíos más urgentes relacionados con el talento, la inmigración y el crecimiento económico.
La agresiva política de dissuasion a la inmigración ilegal en Estados Unidos debería funcionar como un incentivo para estimular las políticas y estrategias que impulsan esta transformación.
En este sentido, los pronósticos son favorables. Predicciones de Deloitte apuntan a que la industria tecnológica global necesitará 7,1 millones de trabajadores calificados adicionales para 2034.
Gracias a ello América Latina está en una posición privilegiada para satisfacer esta demanda, según los analistas de Fodo Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés).
¿Por qué? Porque, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el nearshoring podría aumentar las exportaciones anuales de la región en US$78.000 millones.
De cumplirse estos pronósticos y alcanzar se tales números, la región en general tendría una mejor oportunidad de crecimiento sostenible que podría, al menos, detener los flujos migratorios tradicionales. También los de más reciente data como la llamada diaspora venezolana.
Tales expectativas resultan reforzadas por el hecho de que, hasta el momento, la política arancelaria de Estados Unidos no ha logrado afectar la inversión tecnológica en la región, según IDC.
e-migración, nuevo factor de desarrollo
Una de las preguntas fundamentales que América Latina debe hacerse es si, efectivamente, tanto el nearshoring como la e-migración pueden ser equivalentes a las remesas.
En el caso de México, por ejemplo, esto supondría que el nearshoring debe generar ingresos ewuivalentes a los US$ 62.529 millones que, se estima, ingresan sólo de Estados Unidos.
Para entender las dimensiones de este monto basta con pensar que constituye, poco menos, al equivalente de PIB de Honduras y El Salvador. Juntos.
Las cifras del BID, entonces, aunque prometedoras, lucen insuficientes aún para impedir los flujos migratorios. Sin embargo, puede ayudar en forma significativa.
Una encuesta realizada por Deel encontró que los ingenieros de software en países en desarrollo ganan un 28% más cuando trabajan para empresas internacionales en comparación con las locales.
Estos profesionales, además de que acceden a tecnologías de vanguardia y formación gracias a su trabajo remoto, contribuyen al crecimiento sostenibles de sus comunidades.
Aunque los ingresos de este personal, probablemente, es solo una fracción de lo que ganaría en Silicon Valley, lo cierto es que tales ingresos, como las remesas, tienen un efecto multiplicador en las economías locales.
Por ello el WEF recomienda impulsar esta tendencia. Con aún más inversión y apoyo, los Estados puede asegurar que la próxima generación de e-migrantes siga creciendo.
Estas personas desarrollarán nuevas habilidades y desbloquearán nuevas oportunidades para impulsar sus pueblos y países. La educación, entonces, es fundamental.