Aunque los avances son innegables, el liderazgo de la mujer en la industria tecnológica de América Latina enfrenta retos culturales, sociales y organizacionales. Lucila Barrios, directora regional de Fortinet para Centroamérica, repasa el camino recorrido, los desafíos actuales y la urgencia de prepararse para liderar sin pedir permiso.
Por: Maycler Suárez.
En un sector históricamente dominado por hombres, la presencia de la mujer en el sector tecnológico de América Latina está creciendo, pero no sin esfuerzo ni sin batallas.
La protagonista de esta conversación es Lucila Barrios, directora regional de Fortinet para Centroamérica, una líder con más de 25 años en el sector TI, que no solo nos ha compartido su experiencia personal, sino que también lanza una invitación urgente a las mujeres: alzar la voz, asumir oportunidades y romper con el perfeccionismo que aún limita a muchas mujeres en su desarrollo profesional.
_ ¿Cómo crees que ha cambiado el papel de la mujer en el sector tecnológico en las últimas décadas? ¿Y cómo ves el futuro de la mujer en la industria de TI?
_ Yo ingresé al mundo de la tecnología entre 1998 y 1999, cuando era muy joven. Hace 25 años, era evidente que había muy pocas mujeres en este sector, que tradicionalmente ha estado dominado por el talento masculino.
Sin embargo, he visto una evolución significativa. Hoy en día, me da mucha satisfacción ver a más mujeres ocupando posiciones de liderazgo en tecnología y, sobre todo, a más jóvenes que se atreven a estudiar carreras tecnológicas. Esto se traduce en una mayor presencia femenina no solo en puestos directivos, sino también en la operación tecnológica del día a día.
Es muy alentador ver a más mujeres incursionando en redes y ciberseguridad. Esto demuestra que la tecnología es un campo en el que el talento se construye con esfuerzo, sin importar si eres hombre o mujer. Nadie llega a una posición de liderazgo de la noche a la mañana.
“El perfeccionismo nos paraliza. No necesitamos ser perfectas para lanzarnos a nuevas oportunidades”.
Si bien es cierto que la presencia femenina en el sector ha crecido en distintos ámbitos, también es evidente que todavía estamos en un proceso de cambio. La brecha de género sigue siendo amplia, y el desafío no solo es lograr que más mujeres ingresen al sector tecnológico, sino también que puedan crecer profesionalmente y acceder a posiciones de liderazgo.
En conclusión, estamos en un momento crucial para seguir impulsando estos cambios.
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_ Desde tu perspectiva, ¿cuáles han sido los principales obstáculos o áreas de oportunidad en la industria para que más mujeres puedan desarrollarse profesionalmente?
Siempre he creído que el talento debe valorarse por sus capacidades, sin distinción de género. Sin embargo, si hablamos específicamente del ámbito femenino, hay varios factores a considerar.
Todo empieza en casa. Desde la infancia, el entorno familiar influye en la confianza y las aspiraciones de las niñas. Muchas veces, son las propias madres, padres o hermanos quienes transmiten mensajes que, sin darse cuenta, refuerzan estereotipos sobre qué carreras son “para hombres” o “para mujeres”.
Existen estudios, como uno realizado por la Universidad de Stanford, que muestran cómo los padres tienden a hablar de matemáticas, astronomía o finanzas con los niños, mientras que con las niñas se enfocan en temas más artísticos o de habilidades blandas. Esto crea una diferencia desde temprana edad en la percepción de qué áreas pueden explorar.
El papel de la familia y el entorno es fundamental. Los hermanos, los padres y la sociedad en general deben alentar a las niñas a creer en su potencial y a perseguir sus intereses en cualquier campo, incluyendo la tecnología.
Supera el síndrome del impostor
Creo que es fundamental que las mujeres se atrevan a tomar oportunidades en su carrera y en su vida, no solo en tecnología, sino en cualquier ámbito, incluso en el deporte.
Por otro lado, es clave que cada persona tenga la capacidad de creer en sí misma y de silenciar esa voz interna —lo que algunos llaman “la loca de la azotea” o el síndrome del impostor— que nos dice: no vas a poder, hay alguien más capacitado que tú. Es importante encontrar el coraje para decir: yo puedo, me voy a preparar, voy a aplicar y voy a desarrollarme profesionalmente.
Hay un estudio que me gusta mucho, aunque no recuerdo la universidad que lo realizó, así que prefiero no mencionarla. Este estudio señala que cuando se publica una oferta de trabajo con 10 requisitos, los hombres suelen postularse si cumplen al menos 6 de ellos, mientras que muchas mujeres piensan: “solo cumplo 6, mejor me preparo en los otros 4 y aplicaré cuando los tenga”.
“La suerte ocurre cuando la preparación se cruza con la oportunidad. O incluso, cuando creamos esa oportunidad nosotras mismas”.
Este dato refleja cómo el perfeccionismo influye en nosotras: queremos hacer todo bien, ser excelentes en el trabajo, en casa, como madres, hijas y profesionales. Sin embargo, también debemos entender que no es necesario esperar a ser perfectas para lanzarnos a nuevas oportunidades. Prepararnos es clave, sí, pero también lo es confiar en nuestras capacidades y dar el paso.
Otro punto importante es cambiar la mentalidad respecto a la toma de oportunidades. No se trata de conformarse ni de ser mediocres, sino de desarrollar un mindset que nos permita encontrar equilibrio y seguridad para avanzar.
Por último, creo que muchas veces las oportunidades están ahí, pero nosotras mismas nos imponemos barreras por experiencias pasadas, por nuestra historia y por los paradigmas con los que hemos crecido. Nos cuesta alzar la voz en reuniones, expresar desacuerdo o simplemente hacer notar nuestra presencia. En muchas juntas, los hombres preguntan y participan, mientras que las mujeres tendemos a quedarnos en silencio.
Es clave levantar la mano y decir: yo estoy aquí y quiero participar. Hay una frase que me encanta: la suerte ocurre cuando la preparación se cruza con la oportunidad. No se trata solo de querer algo, sino de estar preparadas para cuando la oportunidad llegue, o incluso, de crearla nosotras mismas.
Corre con todas tus fuerzas
Hace unas semanas estuve en una conferencia de mujeres y, actualmente, en esta etapa de mi vida, también me estoy preparando para correr medias maratones. En ese evento, compartí una historia que me impactó profundamente y que ahora, desde esta perspectiva, cobra aún más significado.
Se trata de una mujer que, en el siglo XIX, decidió correr una maratón en una época en la que solo participaban hombres. Para no ser reconocida, llegó a la salida vestida con ropa holgada y comenzó la carrera acompañada de su entrenador y su pareja. Pero, en el transcurso de la maratón, el director del evento se dio cuenta de su presencia y corrió hacia ella exigiéndole que se detuviera: “Las mujeres tienen prohibido correr aquí, no puedes estar en esta competencia. Dame tu número y sal de inmediato”.
Ella se negó a detenerse, pero el organizador intentó sacarla a la fuerza, incluso golpeándola. Fue en ese momento cuando su entrenador y su pareja intervinieron para defenderla, lograron apartarlo y le gritaron: “¡Corre! ¡Corre con todas tus fuerzas!”.
A pesar del cansancio extremo, ella siguió adelante. Sabía que, si abandonaba, demostraría que las mujeres no eran capaces de completar una maratón. Y no solo la terminó, sino que su hazaña generó tanta controversia que, cinco años después, las mujeres obtuvieron el derecho a participar oficialmente en estas competencias.
Esa historia me eriza la piel. Y te cuento por qué: quizá yo he vivido en una burbuja y no he enfrentado obstáculos significativos en mi carrera, pero soy muy consciente de que muchas mujeres antes que yo abrieron el camino para que hoy podamos estar aquí.
Si hoy puedo ponerme los tenis y salir a correr, es porque alguien antes tuvo que luchar para hacerlo posible.
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_ ¿Puede ocurrir lo mismo con la mujer en el mundo de la tecnología?
¡Exacto! Lo mismo ocurre en nuestro sector. A lo largo del tiempo, muchas mujeres líderes han luchado por abrirse paso en la industria tecnológica. Hoy, tenemos CEO’s de grandes empresas tecnológicas que no solo han dirigido compañías, sino que las han hecho más rentables, innovadoras y competitivas. Han demostrado que el liderazgo femenino es poderoso.
Creo que hemos evolucionado muchísimo en este aspecto. Las oportunidades ya están ahí.
_ Si tuvieras que elegir tres habilidades clave que una mujer profesional en la industria de TI debe desarrollar, ¿cuáles serían?
Bueno, este camino no es una línea recta ascendente; es una montaña rusa. A veces estamos en la cima y, en otras ocasiones, en la bajada.
Una de las habilidades más importantes que he descubierto en mi carrera es el Self-Awareness (autoconciencia). Este concepto me abrió los ojos tanto en el liderazgo empresarial como en la vida en general. Antes que nada, tienes que conocerte a ti misma: cómo reaccionas ante distintas circunstancias, cuáles son tus habilidades, cuáles son tus áreas de oportunidad.
Pero la autoconciencia no es solo sobre el yo, sino también sobre la percepción externa. Hay una frase que me marcó: “Perception is reality” (la percepción es la realidad). Lo que los demás perciben de ti es, en cierto sentido, su verdad sobre ti. Y, muchas veces, esa percepción influye en las oportunidades que se te presentan.
Aunque por dentro estés pasando un mal momento, si en una reunión proyectas energía y entusiasmo, la percepción que los demás tendrán de ti será completamente distinta a cómo realmente te sientes. Quizá al salir de esa reunión pienses: “No logré transmitir quién soy realmente”, pero la impresión que dejas en los demás se construye a partir de tus gestos, tu tono de voz y tu lenguaje corporal.
Esto también sucede en el liderazgo. Creemos que estamos proyectando un estilo de liderazgo optimista y motivador, pero las personas que trabajan con nosotros pueden percibirlo de manera diferente, por múltiples razones.
Por eso, creo que, como mujeres y como líderes en cualquier ámbito, la autoconciencia (self-awareness) es clave. Nos permite entender cómo nos comunicamos y cómo somos percibidas por los demás. Y en nuestro rol, la comunicación es un pilar fundamental.
Las claves del liderazgo femenino
Otro tema importante es el liderazgo femenino, que no se trata solo de una distinción de género, sino de un conjunto de características que todas las personas, sin importar si son hombres o mujeres, pueden desarrollar. Este liderazgo enfatiza cualidades como la empatía, la intuición y la capacidad de anticipación.
Pero quiero enfocarme en la empatía, porque creo que es una habilidad extremadamente poderosa para nosotras. Nos permite ir más allá de los problemas superficiales y entender la verdadera raíz de las situaciones. Nos ayuda a escuchar más allá de las palabras y captar las emociones que las personas intentan comunicar.
Y esto tiene un impacto enorme en nuestras carreras. La empatía es clave para vender ideas, para posicionar un proyecto, para conectar con un cliente. Muchas veces, cuando alguien se muestra frustrado, no es simplemente porque algo salió mal, sino porque tiene presiones internas y necesita cumplir con resultados. Si logramos comprender esa dimensión, podemos abrirnos a nuevas oportunidades.
Por último, el tercer pilar fundamental es la preparación constante. Puedes tener un coche con un diseño espectacular, pero si el motor no está bien cuidado, no te llevará lejos. Lo mismo sucede con nuestras carreras. Aunque desempeñemos un mismo rol durante años, el contexto y los desafíos evolucionan, y debemos evolucionar con ellos.
En tecnología, esto es aún más evidente. Hace cinco años hablábamos de cloud computing, hoy hablamos de SaaS, inteligencia artificial y otros avances que están transformando el sector. Si queremos mantenernos competitivas y liderar, debemos estar en constante aprendizaje, anticipando qué viene en los próximos dos, cinco o diez años.
Así que, en resumen, creo que los tres elementos clave son:
- Autoconciencia (Self-Awareness) – Conocer cómo nos perciben los demás y cómo comunicamos nuestro liderazgo.
- Empatía – Comprender más allá de las palabras, conectar con las emociones y generar impacto en nuestras relaciones profesionales.
- Preparación constante – Mantenernos actualizadas y listas para los desafíos que vienen.
_ Ahora, hablemos un poco sobre las empresas de TI y su cultura organizacional. Desde tu experiencia, ¿ves que realmente están comprometidas con la diversidad o es solo un tema de moda? ¿Realmente hay un esfuerzo genuino en la industria tecnológica de la región para impulsar la inclusión?
_ Creo que sí hay un esfuerzo real. No es solo algo que se menciona una vez al año, en el Mes de la Mujer, sino que cada vez veo más iniciativas en Latinoamérica que buscan generar un impacto real y sostenido en el tiempo.
En Fortinet tenemos muchas iniciativas para impulsar el talento femenino. Desde programas de coaching en liderazgo hasta estrategias de reclutamiento enfocadas en aumentar la presencia de mujeres en el sector.
Sin embargo, por más iniciativas que existan para fomentar la inclusión femenina en tecnología, nos enfrentamos a un desafío de base: la falta de mujeres ingresando a carreras en ciencias e ingeniería. Si no hay suficientes mujeres estudiando estas disciplinas, cuando abrimos una vacante, la mayoría de los postulantes siguen siendo hombres.
Más allá de los esfuerzos de la industria por promover el liderazgo femenino dentro del sector tecnológico, debemos enfocarnos en incentivar a niñas y jóvenes a considerar carreras en tecnología. Ahí es donde radica el verdadero cambio.
En Fortinet hemos desarrollado charlas en universidades para romper mitos sobre la ciberseguridad y la tecnología en general. Muchas personas piensan que estos temas están reservados solo para hackers o que son extremadamente difíciles de aprender. Durante años, se ha alimentado la idea de que trabajar en IT es solo para nerds con habilidades muy avanzadas, y eso desanima a muchos jóvenes.
Por eso, hemos estado promoviendo el mensaje de que la industria tecnológica no solo necesita programadores. También requiere abogados, expertos en marketing, ventas, content managers, gerentes de proyectos, entre muchos otros perfiles. La tecnología está en constante expansión, y las oportunidades van mucho más allá de la programación.
Un dato relevante —que puedo corroborar más adelante— es que actualmente hay 1.3 millones de vacantes en el sector IT en Latinoamérica. Esto significa que hay una enorme demanda, pero no suficientes personas con las habilidades necesarias para cubrir esos puestos.
“La percepción es realidad: cómo te ven puede determinar las oportunidades que recibes”.
Muchas empresas, incluida Fortinet, hemos optado por reclutar talento y capacitarlo internamente para que pueda desarrollar su carrera dentro de la organización. Es una estrategia que también vemos en otras corporaciones del sector.
Además, en Fortinet somos parte de comunidades de mujeres en tecnología, donde promovemos el acceso a entrenamientos en línea. Queremos que más mujeres tengan la oportunidad de conocer y explorar el mundo de la ciberseguridad.
Incluso, hemos desarrollado iniciativas innovadoras, como una historieta educativa para niños, con el objetivo de enseñarles, desde pequeños, cómo conectarse de forma segura y entender conceptos básicos de tecnología e Internet. Creemos que el liderazgo en tecnología comienza en casa, y por eso queremos involucrar también a los padres en este proceso.
Estas son algunas de las acciones que hemos implementado para cerrar la brecha de género en tecnología.
_ ¿Qué mensaje le darías a una joven que quiere desarrollarse en la industria tecnológica y aspira a liderar en este campo?
Lo primero es soñar y visualizar la tecnología como una opción real.
Hoy en día, los jóvenes tienen acceso a una cantidad enorme de contenido en video y otras plataformas, así que mi recomendación es que investiguen, que exploren, que se informen sobre estas carreras. No se queden con la idea de que “es mucha matemática” o “demasiado código”. La tecnología es un mundo amplio, lleno de oportunidades para todo tipo de habilidades.
Algo fundamental es hablar con personas que ya están en estas carreras. En tecnología, en cualquier ámbito, conectar con un líder o mentor puede ayudarte a descubrir más sobre el campo y las oportunidades que ofrece.
También les diría que las oportunidades se construyen. Si quieres, por ejemplo, ser una gran líder de marketing en una empresa transnacional en Latinoamérica, entonces créate la oportunidad. Pregúntate:
- ¿Qué necesitas para llegar ahí?
- ¿Cuál es el camino por seguir?
- ¿Qué debes estudiar?
- ¿Con qué mentores puedes conectar?
- ¿Quién ocupa un cargo similar al que aspiras?
Acércate a esas personas, tócale la puerta y pídele retroalimentación sobre su experiencia. Prepárate. Conócete.
Es clave tener self-awareness. No se trata de estudiar algo solo porque tiene demanda; también debes disfrutarlo. Levanta la mano, porque muchas veces las oportunidades están ahí, pero creemos que no son para nosotros. Hay que creérselo.
Con miedo o sin miedo, hay que hacerlo. Nuestra generación ha transformado muchas cosas, y cada una de nosotras tiene una historia que contar. Tal vez tú, como esa corredora que abre camino en una maratón, has inspirado a otras personas sin siquiera saberlo.
Pero más allá de motivar a las nuevas generaciones, quienes ya estamos en este sector tenemos la responsabilidad de ayudar. Hoy, los cambios tecnológicos son vertiginosos. Hace dos años, muchas personas no hablaban de inteligencia artificial, y hoy es un conocimiento esencial. No es una cuestión de género, es una cuestión de talento.
Quienes ocuparán los puestos clave en los próximos tres, cinco años serán aquellos que se preparen y tengan visión de carrera.