No es infrecuente que el continente americano entre en temporada de elecciones en casi todos los países, incluyendo Estados Unidos.
Esta vez, el riesgo informático enciende las alarmas temprano frente a la Inteligencia Artificial como amenaza.
Además de ser el año – indiscutible – de la Inteligencia Artificial, 2023 es un año electoral por lo que Check Point Research, CPR, ha lanzado algunas advertencias pertinentes.
La unidad de investigación y seguimiento de amenazas de Check Point Software Technologies recuerda que las tecnologías emergentes qué han despertado entusiasmo este año son, justamente, las que pueden ser usadas en nuestra contra. Y de que forma.
No hace falta ver la impecable actuación de Benedict Cumberbatch en Brexit, the uncivil war para convencerse de los riesgos impensables que afrontan hoy las democracias, sus elecciones y todo el sistema electoral global.
Resulta más grave aun si recordamoss que en el momento del Brexit, en 2015, la inteligencia artificial y los llamados ultrafalsos o deep Fakes no habían alcanzado los altos estándares actuales.
Después de todo, las capacidades de simulación que hemos descubierto en 2023 gracias a la IA Generativa, el ChatGPT y todos sus derivados no tienen precedentes.
En este sentido, CPR recuerda que el auge de la IA propició un aumento del 38% en el número de ciberataques durante 2022.
Además, los momentos electorales – como otros de mucha actividad en línea – han demostrado ser las fechas preferidas para los ciberdelincuentes.
¿Leyendas urbanas electorales?
¿Piensa usted que estamos exagerando y que, quizás, el caso denunciado en la película sobre el Brexit es excepcional? Puede que tenga razón.
Pero muchos gobiernos no quieren arriesgarse a poner en riesgo la confianza e sus sistemas electorales.
Los Países Bajos (Holanda), por ejemplo, había adoptado desde hace tiempo el voto digital y prefirió – por si acaso – volver a los procesos manuales basados en papel.
Por su parte, le gobierno federal de nuestro vecino, Estados Unidos, asignó presupuestos por miles de millones para mejorar la infraestructura de las máquinas de votación estatales.
Recordemos que han surgido denuncias en torno a la elección en la que resultó vencedor Donald Trump quien, a su vez, levantó a sus seguidores en contra del voto por correo en las pasadas elecciones.
Es importante destacar, sin embargo que, hasta la fecha, nunca ha habido informes de intentos de hackeo de máquinas de votación con la intención de manipular los resultados electorales.
En ninguna parte. Y esta afirmación puede hacerse a escala global. No ha pasado, pese a los críticos y diversas teorías conspiranoicas.
Minar la credibilidad y la confianza: el rol de la fake news
Lo más interesante del estudio presentado por CPR es que se pregunta, precisamente, ¿cómo hemos tenido tanta suerte? Aunque, por supuesto, no con esas palabras.
La explicación es lógica y simple, aunque muchos lo nieguen en forma persistente:
Manipular los resultados electorales no es una tarea sencilla.
Para hacerlo, según reporta el estudio de Check Point Research se requiere:
- Violar múltiples sistemas distribuidos sin conexión
- Y – lo que es crucial – hacerlo sin ser detectado
Cualquier sospecha podría invalidar de inmediato el recuento, ya que las copias de seguridad en papel ofrecen un método confiable para verificar manualmente la integridad del voto.
¿Sugnifica esto que las democracias del mundo pueden estar tranquilas? Claramente, no.
De hecho se ha recurrido para atacarlas en forma inclemente una de las menos conocidas leyes de Murphy: si no puedes convencerlos, confúndelos.
De allí la importancia de los avances en IA para la creación de ultrafalsos y fake news qué pueden desacreditar a personas y hechos con versiones completamente falsas.
Nueva era de falsos positivos
El líder de Check Point Norteamérica, Manuel Rodríguez, comentó sobre los hallazgos de CPR que existe una creciente preocupación de que distinguir entre informes auténticos y deep fakes falsificados sea casi imposible debido al uso de IA generativa y ChatGPT.
“Estos avances tienen el potencial de socavar la esencia misma de las elecciones democráticas al difuminar las líneas entre la realidad y la falsificación. También al manipular el discurso público en formas cada vez más sutiles”, explicó Manuel Rodríguez, Gerente de Ingeniería de Seguridad para el Norte de América Latina de Check Point Software.
Ahora es evidente que el objetivo principal de los ataques a los sistemas democráticos de elección no era necesariamente promover candidatos específicos como en The Manchurian’s Candidate, sino socavar el propio sistema democrático.
Rodríguez destacó también que, a diferencia de los desafíos tecnológicos anteriores para los que la solución estaba basada en la tecnología, estos nuevos desarrollos desafían algo más fundamental: nuestra relación con la verdad misma.
Estos desafíos están remodelando el panorama del discurso político al:
- Poner en duda la autenticidad de la información
- Y exigir una nueva perspectiva sobre los valores fundamentales
- Tanto de la comunicación
- Como de la integridad en el proceso democrático