¿Qué nos depara el futuro tecnológico? Esta es una pregunta que muchos fabricantes y empresas de tecnología se empeñan en responder, “orientándonos” acerca de lo que podremos hacer en algunos años, ofreciendo alternativas “similares” la mayoría y “revolucionarias” solo algunas.
En la mayoría de los temas encontramos un desplazamiento del mercado entre “fabricantes”, “empresas de servicios”, “consultoras”, “telecomunicaciones”,” canales de tv”,” cine” etc. Como ejemplo de ello podemos citar que hace unos años al escuchar de Sony pensábamos en una empresa fabricante de equipos electrónicos, con Televisiones y equipos de sonido de gran calidad y definición, recordamos a una empresa que revolucionó al mundo ofreciendo un “pequeño dispositivo” que nos permitió escuchar nuestra música preferida en cualquier lugar, había nacido el “walkman”, a partir de ese momento nos hemos ido acostumbrando a que Sony ya no solo es TV y Audio de calidad, tenemos ordenadores de casa, portátiles, cámaras, teléfonos móviles e inclusive estudios de cine y canales de televisión con el conocido logo SONY.
Este fenómeno lo tenemos hoy en día en casi todos los nichos de mercado que implican algún tipo de tecnología, el mercado se ha vuelto mucho más competitivo lo cual en un principio nos llevó a pensar que las empresas que tenían un gran capital e infraestructura serían las dueñas del mercado, el tiempo ha ido pasando y la historia ha sido un poco diferente, han aparecido empresas que saliendo prácticamente del anonimato, como Nokia en su momento, nos brindaron una propuesta diferente en el marco de la telefonía móvil, marcaron una pauta y lograron desmarcarse por completo de los competidores dominantes para el momento como Motorola, o el caso en el que RIM con su BlackBerry destrona prácticamente a Nokia con un sistema de mensajería innovador y un esquema de sincronización de emails muy confiable, al menos hasta la llegada del Apple Iphone y sus miles de apps, por citar algunos casos.
La realidad presente hoy en día nos muestra empresas de TV por cable que ofrecen telefonía y acceso a internet, dispositivos móviles inteligentes que nos permiten hacer llamadas y video llamadas a través de internet sin requerir suscripción a empresas de telefonía y de esta forma vamos evolucionando hacia un sistema complejo donde el usuario en función de sus requerimientos es quien decide los servicios que aprovechará (si tiene buen acceso a internet), por fin la última decisión parece ser del usuario, sus necesidades de comunicación y ocio.
Hemos sido testigos de prototipos interesantes que posiblemente no triunfen por extravagantes, por ejemplo, tal vez una nevera que adquiera automáticamente productos por internet o una TV 3D donde requieras gafas para percibir un balón como si sale de la pantalla, no necesariamente es lo que quiere la mayoría de los usuarios, y probablemente tengan el mismo destino del betamax, pero lo más seguro es que el mercado si vea con mucho agrado la convergencia de todos los aparatos en uno solo, ¿a dónde nos lleva esto?, Apple, Google y Sony (siempre en la palestra) han presentado entre sus apuestas una TV que permita al usuario ver los contenidos que desea.
Pues la reflexión que considero obligatoria en este sentido como experto tecnológico y que quiero compartir con ustedes hoy es que a medida pasa el tiempo los ingenieros y técnicos de sistemas, computación y telecomunicaciones tenemos un campo mayor de acción, es muy probable que el ordenador de casa u oficina (desktop) como lo conocemos hoy en día desaparezca en muy poco tiempo (y esto no quiere decir que desaparezca el técnico que la reparaba, también evoluciona), la telefonía tradicional (ya sea en fibra óptica o pares de cobre) ya es un “Commodity” y por lo tanto también tiende a desaparecer o a diluirse como parte de combos de conectividad, la internet actual evoluciona para pasar a ser una red indispensable y omnipresente, ya tenemos la tecnología para incrementar su velocidad y capacidad de usuarios de forma casi exponencial, infraestructuras como el “Cloud Computing” y metodologías de “Software as a Services”, son hechos tangibles hoy, y se desarrollan a la par de propuestas concretas e innovadores en algunos países para ofrecer el acceso a la red de forma pública y gratuita.
Todos estos hechos nos llevan a pensar que en los próximos años seremos testigos nuevamente de una “revolución tecnológica” quizás equiparable a la revolución industrial, debemos prepararnos para acometer estos cambios de la mejor forma posible, y para ello es necesario:
Tecnología al alcance de todos (pero a discreción):
Facilitar el acceso a la tecnología de punta a nuestras empresas siempre y cuando obtengamos un verdadero beneficio tangible a mediano y largo plazo, defender siempre la tecnología como una herramienta para mejorar la productividad del negocio, en tal sentido tomemos en cuenta desde los Smartphones, pasando por VozIp, Video Conferencias, Hardware y Aplicaciones Empresariales, evaluando cuales realmente necesitamos, en qué casos aplican y como nos permitirán crecer.
El mercado y nuestra formación:
Analizar las nuevas tendencias de mercado con las herramientas adecuadas, lo cual nos llevará a emplear y formar personal NO tecnológico en herramientas de productividad que mejoren su desempeño, incluyendo desde herramientas de posicionamiento en buscadores (SEO), diseño de sitios web 2.0, bloggers especializados, estrategias de mercadeo en comunidades virtuales, hasta la configuración y análisis de nuevos indicadores (KPI) de nuestras herramientas de Inteligencia de Negocios, nuevas estrategias y modelos de ventas y compras en nuestros sistemas CRM, SCM y ERP, etc.
Seguridad de acceso y esquemas de contingencia:
Evaluar y rediseñar nuestros accesos a la red, nuestras políticas de seguridad, políticas de “Disaster Recovery”, estrategias de contingencia, así como el parque tecnológico óptimo que nos garantice la conectividad de nuestras redes, telecomunicaciones y su respectivo crecimiento.
Replantear a todo nivel ¿A dónde va la empresa?:
Por último les dejo como tema a reflexionar a todo nivel de la empresa, quizás el más importante, tenemos que saber aprovechar las herramientas tecnológicas a nuestra disposición para prestar más atención a la “movilidad” del mercado al que se dirige nuestra empresa, ¿qué hacen nuestros clientes?, ¿qué está haciendo nuestra competencia?, ¿que nos ofrecen nuestros proveedores? ¿Cómo se diferencia nuestra propuesta? ¿Ofrecemos realmente un valor agregado? Tenemos que ser capaces de percibir los cambios en su totalidad, siendo estrictamente objetivos para adaptar nuestros procesos de negocios con la agilidad necesaria, no solo para mantener nuestras cuotas de mercado sino para conquistar nuevos nichos que están surgiendo continuamente, plantearnos la posibilidad de penetrar mercados nuevos, traspasar fronteras superando nuestros propios paradigmas internos así como las barreras y obstáculos de la competencia tradicional.
Posiblemente no podemos predecir por completo el futuro, y ese tampoco es el espíritu de este articulo, pero lo que si tenemos claro es que si queremos salir adelante más allá de sobrevivir, ya sea como “empresas” o como “tecnócratas autónomos”, debemos acometer el futuro con optimismo y decisión, tomar las riendas de los proyectos de actualización, Upgrades, rediseño de procesos y sistemas, convertirnos realmente en los gestores y motivadores del cambio (más allá de la metodología o formalismo de turno), demostrando que la buena gestión tecnológica está al mismo nivel de la gestión financiera, comercial, logística o administrativa de la organización.
La principal característica que está marcando tendencia en este siglo XXI es que definitivamente finalizó la época en que sin tecnología la empresa era rentable, termino una era oscurantista para el tecnócrata donde difícilmente no era más que “Gerente” de un personal lejano de “soporte técnico” que solo recibe quejas, dependiendo de una Gerencia de Finanzas que a más de tres niveles de “distancia” en el organigrama no conocía la diferencia entre un Sistema Operativo y un servidor.
Pues enhorabuena compañeros, ha llegado el momento de ampliar nuestros horizontes, de trabajar duro construyendo ese futuro empresarial que hace poco era solo una quimera, donde la automatización de procesos colabora a la par del recurso humano formado para cubrir objetivos de negocios que antes fueron solo un sueño.
Jorge Chevalier
Consulting & Services Manager CS&A