Según IDC, más de un 40% de las empresas en América Latina utiliza cloud computing. Sus ventajas en seguridad, eficiencia y escalabilidad ya son evidentes.
Por Álex Lagos
Gerente Comercial de Tecnova
La mayoría de las empresas u organizaciones buscan incrementar su productividad con los menos costos posibles, colaboradores conectados, así como una óptima relación y conocimiento de sus clientes.
La respuesta a esas demandas la ha entregado satisfactoriamente el universo cloud.
Y es que sus ventajas en seguridad, eficiencia, movilidad y escalabilidad ya son más que evidentes.
Según IDC, más de un 40% de las empresas en América Latina utiliza cloud computing. Asimismo, si bien el uso de la nube privada se ha consolidado, la tendencia a la adopción de una cloud híbrida adquiere cada vez más adeptos en la región.
De hecho, ya algunos la han denominado como una segunda ola de la nube; la primera podría decirse que llegó a comienzos del siglo XXI con Amazon Web Services y otros servicios de almacenamiento en la nube.
Cloud 2.0
Esta segunda ola estaría caracterizada por el desarrollo e implementación de estrategias y/o plataformas para optimizar:
- La productividad
- Los costos
- La eficiencia
- El crecimiento
- La innovación.
Todo lo anterior que combine lo mejor de lo público y lo privado, en un mix o híbridos con una parte de aplicaciones en cloud y otras on premise o locales.
Esta segunda ola del cloud implicaría, además, la consolidación de un cambio en el paradigma comercial de las tecnologías de la información, tanto a nivel de infraestructura, como de plataformas y software: todos ellos ahora con una oferta en calidad de servicio IaaS, PaaS y SaaS.
Y, aunque en el pasado se desconfió de la seguridad que podrían entregar, la tendencia actual indica que los proveedores cloud han hecho de este tema un desafío permanente.
No obstante, hoy la mayor preocupación está en la privacidad y en la confidencialidad, tanto de los datos e información corporativa como la data de los clientes.
Blindando la ola
Para ello la nueva ola – sin duda – planteará el reto de desarrollar no solo las tecnologías claves para despejar estas preocupaciones.
Es probable que también planteé nuevas:
- Normativas
- Marcos regulatorios
- Estándares que la apoyen.
Y es que en el ecosistema cloud todos deben hablar el mismo idioma, independiente de su origen y ubicación.
La segunda ola claramente puede acelerar la transformación digital y – en esos términos – ser una oportunidad que no puede ser desaprovechada para innovar, crecer y competir.