Se imagina usted que eliminar los residuos de una industria maderera es algo sencillo. Antes no, pero ahora con la aplicación de la tecnología de análisis de datos, gracias al Internet la compañía afirma ser capaz de reducir el desperdicio hasta un 20%.
Para que esto funcione, Treemetrics, la empresa maderera que utiliza dicha técnica, tiene que extraer datos de sistemas de detección exóticos tales como el mapeo láser 3D que le ofrece información sobre el tamaño, el tipo y la salud de las agrupaciones de árboles. Esta tecnología ha ayudado a la industria forestal en la mejora, en cientos de años, en la eficiencia de la cosecha.
Lo más intrigante de Treemetrics y muchas otras empresas, no vinculadas con la industria maderera está en el potencial de correlación cruzada en los datos que se establecen, y que a primera vista no parece tener nada que ver con la otra.
Por ejemplo, los fabricantes de automóviles están empezando a considerar el uso de flujos de datos generados del vehículo para informar a los componentes externos . Dado que el coche moderno típico tiene que probar temperatura del aire exterior y la presión barométrica a fin de controlar de manera eficiente las mezclas de combustible, el juntar dichos datos podría producir mapas meteorológicos de alta precisión que proporcionan información de punta casi en tiempo real.
Del mismo modo, al ver los casos en los que los vehículos de repente se detienen o se desvían a otro camino, podría alertar a un operador de la gestión del tráfico o el analizador de imágenes para mirar a una cámara en ese lugar, y así determinar si un bache o algún obstáculo está bloqueando la carretera. Los datos están allí, y son necesarios para operar los sistemas de frenado antibloqueo y control de tracción. Es sólo una cuestión de anonimizar y enviarlo a los destinatarios adecuados.
El teléfono un sensor, de forma natural
Otra correlación cruzada interesante es el recuento de los dispositivos móviles como un proxy para el número de seres humanos en una localidad y sus movimientos. No se requiere GPS; simplemente el hecho de estar en la red móvil permite a su portador triangular la ubicación del dispositivo con una precisión razonable.
Estos datos se pueden utilizar para determinar dónde y en qué momento la gente se reune, como alrededor de una parada de autobús, o cuando se han metido en los coches o trenes abordaron al ver la aceleración de sus teléfonos. Saber cómo muchas personas están en tránsito a través de un área dada podría, por ejemplo, informar a un cuál es el lugar ideal para tomarse un café o comer algo.
Las leyes de la naturaleza cumplen con la ley de Moore
Lo que realmente está sucediendo aquí es una combinación de la Ley de Moore, es decir, mejor, más pequeño, más rápido, más barato. Así que ahora uno puede imaginar la construcción de un conjunto de sensores de manera barata y muy pequeña.
Al igual que con la mayoría de los ciclos de adopción de tecnología, los procesos de normalización, la edición, la localización y obtención de información de los sensores se someterá a lareducción de la fricción con el tiempo. Esto significa que la organización en la mayoría de los casos no tendrá que instalar y poseer los sensores con el fin de obtener beneficios de ellos. Sus principales oportunidades estarán en usos innovadores para los flujos de datos de sensores estén cada vez más disponibles.
Es concebible que para ciertas industrias y organismos civiles y gubernamentales, los expertos unirán a los sensores de datos científicos, que consideran fundamentales para la evolución de los paradigmas de funcionamiento. Al igual que con la aparición de Internet y las comunicaciones móviles, los grandes volúmenes de datos procedentes de grandes agrupaciones de sensores y procesamiento de la misma representan una evolución en nuestro uso de la tecnología para afectar enormemente las operaciones de negocios y vidas de los consumidores.
El uso de los datos de los sensores del mundo físico es infinito, y que en la web de como ejemplo lo sucedido con la industria maderera es una muestra de que apenas hemos arañado la corteza.