Llevar encima a aparatos con lectores electrónicos permite una certeza: no hay “escasez” de brechas de seguridad cuando se conectan casi todos los dispositivos. ¿Qué es los que los CIOs deben hacer al respecto?
Si 2015 fue el año de la Internet de las cosas (IoT), 2016 podría ser el año de la Internet de las Cosas… hackeadas.
Eso podría significar un sinfín de dolores de cabeza para los CIOs, si son fans de estos nuevos dispositivos o si no se ocupan de evaluar lo que los empleados conectarlos en el trabajo representan – potencialmente – para la gestión de riesgos de seguridad, en general.
“La cuestión hasta la fecha es que los dispositivos son vulnerables justo por el hecho de que existen y pueden conectarse a Internet. Cualquiera puede conseguir a un dispositivo si usted no asegura de manera adecuada“, dice Jerry Irvine, miembro de la Cámara de Consejo de Liderazgo de ciberseguridad de Comercio y CIO de Prescient Soluciones.
Una de las razones por las que la IoT es un objetivo de lo hackers es que, bueno, es grande.
Muy grande: Gartner estima que en 2016 habrá 6,4 millones de cosas conectadas en uso, un 30% más que el año pasado. También predicen que 5,5 millones de nuevas cosas, se mantendrán conectados todos los días.
Y eso – sin duda – es un montón de posibles portales por los que pueden entrar los chicos malos.
¿”Resguardarse” o “compartir”?
Los CIOs están entre la espada y la pared cuando se trata de todos estos dispositivos conectados, según explica Zulfikar Ramzan, director de tecnología de RSA Security.
Sugiere que los CIOs deben pensar mucho acerca de la información que están dispuestos a compartir con estos dispositivos, y cómo se sentiría si el dispositivo o la información que éste recoge sobre usted se hace pública. Si eso no le gusta, quizás ese dispositivo es algo que no desea en su vida. O, al menos, tal vez no es algo que no quiera conectar a la Red.
Ahora bien, tampoco tiene que convertirse en Chicken Little gritando que el cielo se está cayendo porque alguien sincroniza su Fitbit con su portátil del trabajo.
“No tenemos una perspectiva a gran escala de esos riesgos. Pueden que los CIOs perciban que esto es algo de qué preocuparse, pero puede ser que, en realidad, no sea un riesgo para por el cual preocuparse hoy”, dice Ramzan.
¿Cómo puede un CIO equilibrar los riesgos potenciales sin ser alarmista? Eso es algo que sacudirá a todos este año.
Llama la atención, sin embargo, que el justo equilibrio será crucial en el futuro, sobre todo porque la exposición potencial es enorme …. y no hay duda de que la mayoría de los dispositivos IoT necesitan una mejor seguridad.