La ubicuidad de los dispositivos móviles y el aumento de la disponibilidad de Wi-Fi han transformado radicalmente la forma en la que el mundo hace negocios — y han afectado profundamente a la industria del comercio.
Los compradores online navegan y compran con mayor frecuencia que nunca y lo hacen desde varias redes y ubicaciones de todo el mundo. Regresemos a 2009, cuando Akamai realizó su primer estudio sobre el rendimiento de los consumidores, con algo de perspectiva: el iPhone celebraba su segundo aniversario, Android acababa de llegar al mercado y el primer iPad aún no había sido presentado.
Desde entonces, el comercio electrónico ha sufrido un cambio radical gracias al desarrollo de nuevas tecnologías y a la introducción de dispositivos, plataformas y sistemas operativos más potentes.
Con el conocimiento del impacto que tiene esta tecnología, las empresas de comercio electrónico pueden ofrecer un mejor servicio a sus clientes y utilizar su propia experiencia para generar oportunidades que sigan haciendo avanzar el sector.