La operación recientemente cancelada producía 41.000 iPhones falsos cada mes.
No es un secreto. Todo lo contrario: pareciera que China ha “cultivado” cuidadosamente su reputación de ser un país donde se “copian” diseños de otros. En forma casi perfecta… con énfasis en el “casi”. No obstante, el cierre reciente de una importante fabrica que falsificaba iPhones parece ser una señal de que la cultura de la copia comienza cambiar.
Sí bien es cierto que importantes segmentos de la población china encuentran en la falsificación su mayor fuente de ingresos bajo la mirada indiferente del gobierno, algo está sucediendo en China: la policía de Beijing reporta haber cerrado una fabrica que producía al mes poco más de 41.000 iPhones falsos, esto con un valor por más de 19 millones de dólares. También han detenido a 9 personas encargadas del negocio, entre los que se encuentra un matrimonio, quienes supuestamente son los dueños del lugar.
Mercado en auge
La fabrica recientemente desmantelada operaba bajo la fachada de un centro de reparación de dispositivos electrónicos, y en ella trabajaban más de cien personas ensamblando los smartphones para su venta a precios muy bajos, en especial en China y los Estados Unidos.
Esta investigación inició el pasado mes de mayo, cuando se decomisaron 1.400 iPhones falsos en los Estados Unidos, así como a los responsables de ingresarlos en territorio estadounidense. La policía estadounidense obtuvo información del origen de estos dispositivos y dio aviso a la policía China para que siguieran el caso.
Aunque la estadounidense Apple no ha hecho declaraciones al respecto, pero se cree que la empresa ha intervenido para frenar esta producción ilícita de su dispositivo estrella, al mismo tiempo que China muestra al mundo nuevas medidas más agresivas para hacer cumplir la propiedad intelectual.
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