Google anunció que detuvo la producción de su tecnología de cristal portátil experimental, conocido como Glass, que ofrece video y despliega mensajes en las pequeñas pantallas de los lentes de unos anteojos.
Factores de costos, seguridad y privacidad han sido un problema desde el lanzamiento del proyecto en 2013. El corresponsal de tecnología de la BBC dice que otras compañías han lanzado anteojos inteligentes y otras formas de tecnología portátil pero ninguno de los productos ha logrado el éxito esperado.
Del entusiasmo a la desilusión
El proyecto de los lentes había recibido un apoyo entusiasta de parte de cofundador de Google, Sergey Brin.
Brin presidió sobre un lanzamiento espectacular que involucró paracaidistas lanzándose de aviones y transmitiendo directamente lo que captaban con los anteojos a una conferencia en San Francisco.
Los primeros usuarios de Glass también reaccionaron con mucho entusiasmo al producto que les permitía captar información en una pequeña pantalla colocada sobre el ojo derecho, tomar fotos y videos y conseguir direcciones.
Un conocido bloguero de tecnología, Robert Scoble, dijo no poder imaginar vivir un solo día sin el producto y se le vio fotografiado en la ducha con los lentes.
Pero otros se desilusionaron pronto con los anteojos, quejándose de que no evolucionaba en la dirección que se había prometido.
También hubo dudas sobre el precio, inicialmente de $ 1.500, y con la privacidad y seguridad.
El corresponsal de tecnología de la BBC, Rory Cellan Jones, comentó que aunque la tecnología ofrecía algunos aspectos útiles, particularmente la cámara, los lentes tenían una gran desventaja: “Hacían al usuario verse como un tonto con ellas”.
“Eso nunca iba a calar con un amplio público”, expresó.
Google ha tratado de representar el anuncio como simplemente un paso más en la evolución de una nueva innovación pero, asegura el corresponsal de la BBC, “Google Glass ha muerto, por lo menos en su actual encarnación”.