Las noticias parecen extraídas de una película de horror. El ébola no se quedó en Africa, en donde ya ha cobrado la vida de miles de personas, sino que traspasando toda frontera llegó a Estados Unidos, España, posiblemente a Australia y el miedo de que siga brincando límites y rompiendo barreras va en aumento.
La primera vez que se supo del ébola fue en 1976, cuando un cargamento de chimpancés llegó a Europa desde Uganda. Su destino eran 3 laboratorios de investigación europeos. Los investigadores manipularon aquellos animales sin tomar precauciones especiales y días después, varios de ellos comenzaron a experimentar fiebre alta, malestar y dolor de cabeza. Cuando pasó más tiempo, saltaron las alarmas al comprobarse que se trataba de una fiebre hemorrágica en la que se producían diarreas y vómitos con sangre.
Murieron 7 personas y se infectaron un total de 31. Se puso en cuarentena a los investigadores y se consiguió contener el brote.
Ciertamente, en aquella época la tecnología no ofrecía todo lo que nos ofrece hoy y que pudiera ser la diferencia en la historia epidemiológica del mundo. La tecnología al servicio del ébola, de la humanidad para contener el virus.
ROBOTS XENEX
El robot de Xenex, Little Moe, se está utilizando para luchar contra el ébola. Xenex es capaz de utilizar la luz ultravioleta para meterse con el ADN del virus, dañándolo lo suficiente como para que sea esencialmente inofensivo.
Con el robot, los trabajadores en los hospitales tienen una manera de matar rápidamente al virus; además, ciertos lugares y partes enteras de los centros de salud se pueden limpiar con este sistema.
Los robots son utilizados en 250 hospitales y centros médicos en Estados Unidos, entre ellos el hospital de Dallas, donde recientemente falleció la primer persona infectada en Norteamérica.
Watson es un sistema informático para búsqueda de respuestas (question answering en inglés), desarrollado por IBM. La corporación lo describe como “una aplicación de tecnologías avanzadas diseñadas para el procesamiento de lenguajes naturales, la recuperación de información, la representación del conocimiento, el razonamiento automático, y el aprendizaje automático al campo abierto de búsquedas de respuestas”.
Taiwo Otiti, director de IBM en África del oeste, dijo recientemente a The Guardian que la comunidad de médicos podrían alimentar a Watson con los casos de ébola detectados y realizarle preguntas para tratar de encontrar respuestas o un mejor tratamiento a la enfermedad.
INTELIGENCIA ARTIFICIAL
¿Cómo se puede aplicar la inteligencia artificial en la salud? Pues es evidente que sus aplicaciones son innumerables. Por ejemplo, sobre una enfermedad específica para ayudar en el diagnóstico y pronóstico de esta.
Los sistemas de inteligencia artificial son capaces de manejar miles y miles de datos sobre la enfermedad y, conociendo todas las características de un paciente específico, puede emitir conclusiones y recomendaciones para el tratamiento de ese individuo en particular.
APPS
¿Qué papel pueden jugar smartphones y tablets en el control y prevención de epidemias de la talla del ébola? Unicef y la Organización Mundial de la Salud ya han procedido a crear aplicaciones y servicios que puedan, sobre todo, dar a conocer los riesgos de las diversas enfermedades y los protocolos a seguir.
La OMS, por ejemplo, utiliza RapidPro, una plataforma libre para la creación de aplicaciones para dispositivos móviles que permiten la difusión de información, sobre todo en los países en vías de desarrollo.
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