Mucho hemos hablado de las acciones emprendidas en pro de las telecomunicaciones (Telecom) mexicanas durante 2013, comenzando por el Pacto por México, el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, el Programa de Inclusión Digital, y la Reforma en Telecomunicaciones, nueva base Constitucional de operación del sector. Derivado de la Reforma, también en 2013 el organismo regulador cambió de estructura y adquirió nuevas facultades; que prevén un cambio estratégico en la promoción de la competencia al interior de la industria. Adicionalmente, se emprendieron muchas otras acciones encaminadas a la inclusión digital, la inyección de capital hacia la industria y la adopción generalizada de estos servicios entre la población, sólo por mencionar algunas.
Todas estas políticas encaminan un 2014 promisorio para las telecomunicaciones mexicanas, pero no cabe duda que primero se deben materializar en acciones específicas que tengan un impacto sobre las condiciones operativas del mercado, principalmente la competencia efectiva.
En primer lugar, resulta de vital importancia que el Congreso emita la legislación secundaria en torno a la Reforma en Telecomunicaciones, que debió haber sido promulgada en diciembre pero ha sido pospuesta, ya que determinará el camino a seguir en la reestructuración de la industria, así como la maximización del beneficio que tendrá la Reforma. La ley secundaria contendrá el detalle fino del tiempo y forma en el que deberán implementarse las disposiciones de la nueva Reforma, especificando las penas para las prácticas monopólicas, el procedimiento para la homologación de concesiones hacia un sistema de concesiones únicas; es decir, todos aquellos lineamientos para la regulación convergente del mercado de telecomunicaciones y radiodifusión en México.
Otro de los temas que resulta fundamental para encaminar al sector hacia la vanguardia tecnológica es la utilización eficiente del espectro, que deberá materializarse a través del rescate de frecuencias sub utilizadas y la nueva asignación de espectro ocioso. Al respecto, el IFETEL deberá publicar las bases para las próximas licitaciones de espectro en los siguientes 180 días de la fecha de su constitución, es decir, el 27 de febrero de 2014.
Dentro del mismo plazo, el IFETEL deberá determinar la dominancia de los agentes económicos preponderantes, tanto en el sector de telecomunicaciones como de radiodifusión; y 60 días después, el 28 de abril, deberá imponer las medidas que considere necesarias para promover la competencia en la industria y limitar este poder de mercado. También deberá, con límite en el 27 de febrero, emitir las disposiciones correspondientes para la desagregación de la red del agente económico preponderante en el mercado.
En el mismo plazo deberá también recopilar la información necesaria para la consolidación de un Registro Público de Concesiones, deberá homologar las mismas y revisará los títulos de concesión para asegurar que todos los operadores están cumpliendo sus respectivas obligaciones. Con ello, el regulador asegurará que todos los operadores sigan los lineamientos jurídicos que les fueron establecidos, supervisará que no se cometan prácticas monopólicas y, en su caso, sancionará sus comportamientos.
Queda de manifiesto que con la puesta en marcha de las nuevas disposiciones regulatorias se espera un año favorable para las telecomunicaciones mexicanas, que vislumbra impactos positivos sobre el desarrollo económico nacional, mejorando también el bienestar del consumidor a través de un incremento en la competencia efectiva. Pero hay que insistir que todos estos esfuerzos deben materializarse en la operación de la industria antes de dar por efectivas las nuevas adecuaciones al marco regulatorio.
Fuente: The Competitive Intelligent Unit.