Luis Erazo, gerente de la compañía de programas computacionales para administración de empresas, comenta que en los 80’ los clientes no sabían diferenciar lo que era un hardware de un software, y recuerda la complejidad de vender un “producto intangible”. El 2001 la empresa se unió al conglomerado español “Grupo SP” y se convirtió en el “Grupo Softland”, que hoy ha expandido sus negocios a países como México, Argentina, Colombia y Costa Rica, entre otros.
Softland, compañía que desarrolla softwares para la administración de empresas (ERP), fue creada en 1983 por un grupo de emprendedores cuando en el mundo recién se comenzaban a comercializar los computadores personales (PC) y sólo algunos tenían el privilegio de poseerlos. Hoy, casi 30 años después de su inicio, su fundador y actual gerente, Luis Erazo, evalúa cómo el incremento de la tecnología en el país fue fundamental para posicionar a la compañía como una de las empresas líderes en soluciones empresariales de Latinoamérica.
Aunque en Chile la consolidación de los computadores industriales se produjo en la década de los 70’, debido a la necesidad de las universidades y el Estado de optimizar sus procesos, hasta 1990 estas máquinas eran desconocidas para el común de las personas, por lo que hablar de softwares empresariales era impensado. “Los programas computacionales no eran valorizados en la época. Los clientes a los cuales apuntábamos no sabían diferenciar lo que era un hardware de un software y hacerles entender lo provechoso que era manejar los procedimientos de sus negocios en un computador era una tarea complicada”, comenta Erazo.
Agrega que, a medida que avanzó la tecnología en Chile, las empresas comenzaron a mostrarse más respectivas a la hora de implementar los softwares ERP. “Al principio el proceso fue duro, había que vencer un tema cultural y era difícil hacerles entender a los ‘posibles clientes’ que adquirieran un producto intangible, que no se palpaba. Era sumamente complejo”, cuenta el ejecutivo.
Con el pasar de los años, el concepto de “software” se fue instalando en la mente de las personas y gracias a eso Softland logró transformar su idea en un negocio rentable, lo que produjo altas tasas de crecimiento y un posicionamiento que ayudó a externalizar la marca a otros países del continente.
A 30 años de iniciar el emprendimiento, Softland ha logrado abrir sucursales –además de Chile- en Argentina, Colombia, Panamá, Costa Rica, El Salvador, República Dominicana y México, y su principal desafío es seguir posicionándose como una de los principales actores de software ERP en Latinoamérica.
Durante 2011 Softland tuvo un crecimiento sostenido de un 20% en Latinoamérica, alcanzando ventas de anuales de US$26 millones, siendo Chile uno de los participantes más activos del mercado, aportando un 39% del total.
Hitos de la compañía
- Luis Erazo recuerda que a pocos meses de constituirse como empresa, ganaron una propuesta para desarrollar un software para la Compañía Chilena de Tabacos, lo que les permitió realizar avances tecnológicos de forma inesperada. Según explica Erazo, de no ganar dicha licitación, todo hubiese sido más lento.
- Otro de los factores que ayudaron a posicionar a Softland como una empresa pionera en el rubro fue focalizar su producción exclusivamente en un área. El ejecutivo detalla que “a pesar de que tuvimos la continua tentación de trabajar en la creación de hardware, decidimos dedicarnos a la industria del software y, viéndolo con frialdad, fue una muy buena decisión”.
- Erazo comenta que debían elegir a un socio estratégico para dar un paso en su consolidación: “En la época se crearon muchos sistemas operativos y optamos por la propuesta de Microsoft, sin saber lo importante que llegaría a ser en la actualidad. Con el tiempo nos dimos cuenta que fue la mejor elección”.
- La consolidación de la empresa se dio cuando, en 2001, Softland se unió al conglomerado español “Grupo SP” –pasándose a llamar “Grupo Softland”. Esta sociedad les permitió expandir su negocio a 10 países de Latinoamérica.