Christian Linacre, Gerente de Seguridad y Privacidad para Microsoft Latinoamérica, explica que los proveedores de servicios en línea están obligados por ley a reportar dichas imágenes cuando las encuentran. “Pero sólo algunos proveedores las buscan activamente en sus servicios en parte debido a los retos tecnológicos que representa identificar dichas imágenes de forma confiable de entre los millones de fotografías que se comparten cada día, y debido a que las fotografías se vuelven difíciles de identificar cuando se alteran incluso de la manera más sencilla”.
Para resolver este problema, Microsoft Research creó una tecnología llamada PhotoDNATM que permite calcular la firma digital única. “PhotoDNA permite calcular el “ADN”, por así decirlo, de cualquier imagen y después hacer coincidir dicha firma con la de otras fotografías”, explica Linacre. “La técnica de “hashing robusto” de PhotoDNA es diferente a otras tecnologías hashing comunes ya que no requiere que las características de la imagen sean totalmente idénticas para encontrar imágenes que coincidan, permitiendo ser identificadas incluso cuando las fotografías han cambiado de tamaño o han sido alteradas”.
La tecnología PhotoDNA, fue creada en un principio por Microsoft Research y más tarde perfeccionada por Hany Farid, experto en imágenes digitales y profesor de ciencias de la computación en Dartmouth College, para ayudar al NCMEC en sus esfuerzos de encontrar copias ocultas de las peores imágenes de explotación sexual infantil conocidas hasta la fecha.
Ernie Allen, presidente y CEO del NCMEC, afirma que el problema de la pornografía infantil había quedado resuelto a finales de los años 80, ya que el Tribunal Superior de E.U.A. declaró que no se trataba de libertad de expresión, sino que constituía abuso infantil. Las autoridades ya habían desarticulado su distribución e importación. Pero entonces llegó el Internet.
“Hace 20 años pensábamos que este problema había desaparecido”, dice Allen. “Aunque maravilloso y poderoso, el Internet ha creado una oportunidad para que las personas se relacionen con otras que comparten sus mismos intereses y accedan, en la privacidad de sus hogares, a contenido que antes representaba un riesgo salir a las calles a comprar”.
En la actualidad, comenta Allen, el problema se está agravando. Desde el 2003, el NCMEC ha revisado y analizados unos 30 millones de imágenes y videos de pornografía infantil. Dichas fotografías de abuso sexual se confiscan de pedófilos que venden las imágenes ilegales y forman comunidades que refuerzan su interés común en los niños.
Allen afirma que la línea cibernética de denuncias del NCMEC ha atendido 750,000 informes de explotación sexual infantil y pornografía infantil recibidos del público y de proveedores de servicios de Internet. “Revisamos 250,000 imágenes a la semana”, dice Allen. “Eso significa que se trata de un problema masivo”.
PhotoDNA identifica el tráfico
El NCMEC ha trabajado con las autoridades para identificar muchas de las peores imágenes de abuso y explotación sexual infantil. Conforme pasan de pedófilo en pedófilo, muchas de esas imágenes surgen en repetidas ocasiones durante las investigaciones de pornografía infantil. “Nuestro objetivo es detener la victimización”, comenta Allen. “Con PhotoDNA podremos comparar esas imágenes y trabajar con los proveedores de servicios de Internet de todo el país para detener la redistribución de las fotografías”.
La base de PhotoDNA consiste en una tecnología llamada “hashing robusto” que calcula las características particulares de una imagen digital específica —su huella digital o “valor hash”— para compararla con otras copias de la misma imagen. “Al igual que los humanos, cada fotografía es un poco diferente”, dice Allen.
El punto débil en las formas más comunes de la tecnología de hashing es que una vez que una imagen digital se altera en cierto modo —ya sea cambiar su tamaño, volver a guardarla en un formato distinto o editarla digitalmente— su valor hash original es reemplazado por un hash nuevo. La imagen puede parecer idéntica para quien la ve, pero no existe manera alguna de comparar una fotografía con otra a través de sus hashes.
Al trabajar junto con el NCMEC, los investigadores de Microsoft se percataron de ese punto débil en la detección del valor hash y decidieron superar el obstáculo en la identificación de imágenes de abuso. Fue entonces cuando la compañía trabajó con Hany Farid, un notable experto en tecnología digital forense de Dartmouth.
“Todos sabemos que las imágenes digitales, el sonido y el video se pueden manipular. Lo que nosotros hemos estado intentando hacer es restaurar la confianza en esos medios. Ese ha sido el principal enfoque en mi laboratorio de Dartmouth”, comenta Farid.
Microsoft Research creó la tecnología detrás de PhotoDNA y luego colaboró con Farid para desarrollar aún más la tecnología y proporcionarla al NCMEC y a los proveedores de servicios de Internet.
Una niñez para cada niño
Todos pueden ayudar en la lucha contra la pornografía infantil. Microsoft y el Centro Nacional para Menores Desaparecidos y Explotados (NCMEC) están pidiendo a todos los interesados en participar que actualicen su página Windows Live, su página en Facebook, su página en Twitter, su blog o cualquier otro sitio web, y sigan la instrucciones en http://www.microsoftphotodna.com. Ayúdenos a contar una historia positiva y a enviar el mensaje de que juntos podemos marcar la diferencia a favor de las jóvenes víctimas de estos crímenes.
Farid afirma que otro reto para la tarea del NCMEC consiste en encontrar las imágenes entre miles de millones de fotografías flotando por el Internet. Sin embargo, asegura que la capacidad de PhotoDNA de automatizar la búsqueda ayudará también al NCMEC y a los proveedores de servicios de Internet a superar ese obstáculo. Debido a que la cantidad de datos en PhotoDNA es pequeña, permite buscar entre conjuntos de datos grandes para hallar coincidencias con rapidez.
“Si colocara frente a usted unos cuantos miles de millones de imágenes y le pidiera que me proporcionara las que son inapropiadas se daría cuenta de la magnitud del problema”, dice Farid. “Es por eso que hemos estado desarrollando una tecnología capaz de seleccionar las imágenes inapropiadas entre un mar de miles de millones en una forma muy rápida y confiable”.
Nuevas pistas para las agencias policíacas
Una vez que el NCMEC asigna firmas de PhotoDNA a las imágenes conocidas sobre abuso, esas firmas se pueden compartir con los proveedores de servicios de Internet, quienes las comparan con los hashes de las fotografía en sus propios servicios, encuentran copias de las mismas fotografías y las retiran. Asimismo, al identificar copias previamente “invisibles” de fotografías no identificadas, las agencias policíacas obtienen nuevas pistas que ayudan a localizar a los delincuentes.
“El NCMEC está equipado para ofrecer la herramienta PhotoDNA a las agencias policíacas, los proveedores de servicios de Internet y otros que trabajan con el Centro para impedir a los depredadores utilizar el Internet para explotar a niños o traficar con pornografía infantil”, comenta Allen.
Brad Smith, abogado general de Microsoft, afirma que la compañía trabajará para implementar PhotoDNA en los próximos meses en ciertos servicios de Internet como Bing y Windows Live, además de que colaborará con otros proveedores de servicios de Internet que buscan ayudar a detener la distribución de esas fotografías en línea.
“Consideramos que la capacidad de actuar con rapidez y mejorar nuestra eficacia puede marcar una diferencia real en la solución de este problema”, asegura Smith. “Esta es una oportunidad para que la comunidad tecnológica se asocie con el Centro Nacional para Menores Desaparecidos y Explotados y juntos utilicen esta tecnología. Si unimos nuestros esfuerzos podemos causar un impacto mucho más grande”.