Por Juan Santana CEO de Panda Security
En numerosas ocasiones hemos hecho referencia a que las mafias de ciberdelincuentes que operan en Internet están muy organizados, tanto desde el punto de vista de visión estratégica como desde la operativa, logística y despliegue de sus operaciones. Y, además, no sólo pueden parecer verdaderas compañías, sino que son organizaciones multinacionales, ya que operan a lo largo y ancho del planeta.
Recientemente, el FBI ha hecho pública la “clasificación” de las diferentes “profesiones” que están encontrando en el mundo de los cibercriminales, en un intento de tipificar las figuras más comunes que podemos encontrar en el proceso mafioso de generar dinero mediante el robo, la extorsión y el fraude a través de Internet.
Según el FBI, las organizaciones cibercriminales funcionan como empresas, contando con expertos especializados para cada tipo de trabajo y ocupación. A diferencia de una organización empresarial, estos cibercriminales trabajan sin horarios, sin vacaciones y sin fines de semana.
Así, las “profesiones” o especializaciones más comunes que tipifica el FBI son las siguientes:
1. Programadores: desarrollan los exploits y el malware que se utiliza para cometer los cibercrímenes.
2. Distribuidores: recopilan y venden los datos robados, actuando como intermediarios
3. Técnicos expertos: mantienen la infraestructura de la “compañía” criminal, incluyendo servidores, tecnologías de cifrado, bases de datos, etc.
4. Hackers: buscan aplicaciones exploits y vulnerabilidades en sistemas y redes
5. Defraudadores: crean técnicas de ingienería social y despliegan diferentes ataques de phishing o spam, entre otros
6. Proveedores de hosting: ofrecen un entorno seguro para alojar contenido ilícito en servidores y páginas
7. Vendedores: controlan las cuentas y los nombres de las víctimas y las proveen a otros criminales mediante un pago
8. Muleros: realizan transferencias bancarias entre cuentas de banco.
9. Blanqueadores: se ocupan de blanquear los beneficios
10. Líderes de la organización: frecuentemente, personas normales sin conocimientos técnicos que crean el equipo y definen los objetivos
Las organizaciones cibercriminales se organizan, además, de forma jerárquica, y cada paso diferente de la cadena cuenta no con uno, sino con varios especialistas. Si pensamos que la operativa de producción se despliega en numerosos países, podemos tener una idea bastante cercana de cuántas personas, beneficiándose del anonimato de Internet, pueden llegar a estar implicadas en estas redes mafiosas …