La industria alimenticia en Japón es muy particular, sus consumidores son muy exigentes, y más aún cuando se trata de consumir peces.
En cierta forma existe un paralelo entre el consumidor japonés de peces y los usuarios de internet, que requieren productos cada vez más adaptados a sus gustos.
El consumidor japonés quiere consumir peces y no pescados, con lo cual no acepta que se atrape un ejemplar a miles de kilómetros, esto requiere que se instrumente una logística particular, por la cual se atrapa al pez y se lo lleva vivo en agua hasta Japón, para satisfacer el deseo del consumidor.
Pero la naturaleza no hace que todo resulte tan fácil, los peces en cautiverio toman una actitud pasiva, poco vigorosa, que desagrada al consumidor que no acepta comer un pez, “atontado” por el traslado.
Esta abulia se asemeja a la apatía que las empresas de internet acusan tras determinar una zona de confort, en donde desarrollarse.
Los persistentes pescadores japoneses, idearon una forma de mantener activa la vivacidad de cada pez, en los estanques que transportan los peces a Japón, han incluido pequeños tiburones capaces de molestar al pez para que se mantenga activo pero que no logren comerlo.
Esta actitud particular de colocar tiburones en el estanque, solo los obliga a cuidar que el tiburón no crezca lo suficiente como para que no se coma a los peces.
En las empresas de internet sucede algo similar, muchas veces los subproductos se comen al producto central de la empresa y en definitiva se pierde el foco del negocio.
Un ejemplo claro de cómo funciona esta estrategia en el mundo de internet es Fiction City, el producto central es una plataforma que permite disponibilizar todo lo que el artista necesita para trascender, pero de tanto en tanto, coloca algún tiburón para mantener viva la atención de sus productos y ser más eficiente para captar la atención de sus usuarios.
Fiction TV por ejemplo, es una verdadera amenaza para el “core” del negocio, pero controlada es funcional al negocio, igual que el caso de Fiction Radio que puede ser confundida como un producto independiente de la plataforma.
Estos tiburones que coloca la gente de Fiction City, son la verdadera coraza para un sistema que se retroalimenta, y esto le permite a una empresa dinámica, y solo se preocupan por cuidar solo el equilibrio.
El desarrollo de los negocios de Internet, como el caso de esta conocida red social, requiere de un sentido estratégico muy pulido, para movilizar fuerzas que dan fluidez al mágico mundo de internet.