Entramos en junio, el sexto mes del año, y la competencia por ser el mejor teléfono del mercado está en su máximo nivel. La lucha entre el Galaxy S9 y su diseño impecable contra el iPhone X, el smartphone que significó un antes y un después para Apple después de muchos años en reciclar ideas.
Claro que el teléfono de Samsung tiene una fenomenal cámara P20 Pro, pero queda la sensación de que se queda corto frente ante un iPhone X, que sigue pareciendo un dispositivo traído del futuro, esto a pesar de que tiene más de medio año en el mercado.
Tan es así que las demás compañías están copiando el diseño del iPhone X, la compañía que fundó Steve Jobs lo volvió a hacer, lanzó un producto que está imponiendo la tendencia a seguir. Tan es así que Google ya está dando avisos de que va a lanzar su pequeño clon del iPhone X, parece que también quedaron encantados con el teléfono.
El iPhone X y sus características incluyen una memoria de 64 GB o de 128 GB, que además puede ser utilizada casi al 100% si hacemos un respaldo en iCloud. El precio es bastante competitivo a pesar de estar tan bien cotizado en cuanto a rendimiento. Por ejemplo, en T-Mobile está en menos de mil dólares, lo cual es bastante bueno si lo comparamos con los teléfonos que no han podido bajarlo del primer lugar en cuanto a ventas y preferencias del público.
Lo que hace al iPhone X un smartphone tan deseado es su diseño, poder, y navegación. Pero lo curioso es que en cuanto apariencia es bastante parecido a sus antecesores, los iPhone 7 y 8. Pero la compañía californiana supo hacer los ajustes necesarios para convertirlo en un smartphone que rompió con todo lo que se había hecho antes. Desde el lanzamiento del iPhone original no se había visto algo así, lo cual es mucho decir.
Decíamos que el diseño es algo que pone el iPhone X por delante de la competencia y esto es gracias a su pantalla OLED de 5.8 pulgadas, la cual es preciosa y está al nivel de la que exhibe Samsung en sus teléfonos más recientes.
Lo que sí ha causado algo de polémica es el FaceID, el cual no ha sido del gusto de todos, pero es más seguro que el TouchID y deja en claro que la tendencia avanza en el sentido de identificar los teléfonos móviles con sus dueños. Los que no han podido encontrarle el modo al FaceID se han visto forzados a usar el PIN, pero no ha pasado de eso.
En cuanto a la navegación del teléfono sin duda es otro aspecto que ha dejado perplejo a más de uno, pero sólo es cuestión de tiempo para aprender a dominar el nuevo sistema. Una vez aclimatado al nuevo sistema nunca se querrá volver a tener un botón de inicio. Este es tal vez el cambio más importante que se le hizo a esta nueva versión del iPhone X y la que lo pone por encima de todos, tanto de antecesores como de competidores.
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