La conectividad es mucho más que un cambio de paradigma en los negocios. La misma trae consigo una transformación cultural en la forma de trabajar.
Por Felipe Stutz
Director de Soluciones para América Latina en Orange Business Services
¿Cuál es el secreto para poner en funcionamiento una cadena de tiendas minoristas con cientos de sitios conectados en todo el mundo? ¿O el secreto de una institución global como la Cruz Roja que ofrece atención médica en las zonas de guerra más difíciles de acceder del mundo?
Sin dudas una parte de ese secreto está relacionada a la comunicación fluida, constante y efectiva entre los diferentes establecimientos y oficinas, independientemente de su ubicación geográfica.
Pero, para que ocurra la comunicación, es necesaria una infraestructura que conecte todos los sitios. Por eso, la conectividad es mucho más que un cambio de paradigma en los negocios.
La conectividad trae consigo una transformación cultural en la forma de trabajar: en unos pocos clics; a través de una llamada o chat, se puede vender y adquirir productos y servicios, estrechando los lazos entre empresas y clientes, así como con colaboradores de una misma compañía que trabajan a kilómetros de distancia.
Años atrás era suficiente contar con un teléfono y una conexión a internet para enviar correos electrónicos. Hoy los niveles de interacción necesarios a nivel global demandan nuevas formas, más amplias y rápidas, de conexión. Estas van desde soluciones de voz, telefonía IP, audio y videoconferencias, hasta cloud computing y red privada virtual (VPN).
Esa necesidad de mayores canales de contacto exige crear una infraestructura que cubra esas expectativas y que, a la vez, sea flexible como para garantizar que habrá conectividad en cualquier lugar, sin incrementar los costos.
El porqué de las opciones de redes híbridas
En ese contexto surgen las soluciones de redes híbridas que combinan:
• Ambientes de conectividad e infraestructura privada de TI
• Servicios en la nube
• Tráfico corporativo por internet
En el pasado, la práctica tradicional era crear redes virtuales privadas y mantener servidores dedicados, con el objetivo de garantizar la seguridad de la información.
Sin embargo, esa estrategia preventiva ya no es necesaria, siempre y cuando la red híbrida sea controlada por diferentes soluciones de seguridad. De esta forma estará protegida contra invasiones o robo de datos.
La idea parte de crear mecanismos de comunicación entre empleados, clientes y proveedores a través de las comunicaciones unificadas de voz, audio, vídeo e IP, y acceso a las aplicaciones alojadas en la red privada o en la nube, independientemente de dónde ésta se encuentre.
La Cruz Roja – mencionada anteriormente – es un ejemplo. Ellos enfrentaron la dificultad de mantener redes de conexión de mayor alcance en Afganistán, Irak y Somalia.
Pero ese desafío terminó cuando la organización eligió implementar un servicio de red gestionada para 270 localidades, con 440 conexiones en 99 países (siendo la mayoría de éstos en África y Medio Oriente) a través de un mix de accesos de internet terrestres y satelitales.
En conclusión, si la expansión de una empresa depende de su capacidad para comunicarse con otros mercados, la clave de esa transformación es la conectividad.
Y, en ese sentido, las redes híbridas hoy le ofrecen a las compañías una manera más eficiente y escalable de lograr sus objetivos de negocios en un mercado cada vez más competitivo y desafiante.